El expresidente de YPF, Pablo González, cuestionó en la 750 la decisión del Gobierno de Javier Milei de renombrar el gasoducto Néstor Kirchner como Gasoducto Perito Francisco Pascasio Moreno, afirmando que la medida tiene como objetivo “tapar e invisibilizar” las obras impulsadas durante la gestión peronista.
Consultado por La García, González explicó que el gasoducto es una obra que “se ejecutó en el Gobierno anterior” y que permitió “monetizar el incremento de gas de Vaca Muerta desarrollado durante el Gobierno de Cristina Kirchner”, en un proyecto liderado por YPF.
En la última gestión se avanzó considerablemente con la primera de las dos etapas del proyecto, completando 573 kilómetros de tendido, lo cual posibilitó transportar 11 millones de metros cúbicos de gas y contribuir a mejorar la balanza energética de Argentina.
Sin embargo, González alertó que, bajo la nueva administración, la segunda etapa —que se prevé conectar Salliqueló con San Jerónimo, un tramo clave por su potencial para la exportación de gas a Brasil— no está recibiendo las inversiones necesarias.
“El Gobierno la viene chocando toda. Si hubieran invertido 40 millones de dólares en la ampliación del gasoducto, no habrían tenido que salir a comprar barcos de GNL por 500 millones de dólares”, sentenció González.
El expresidente de YPF también expresó incertidumbre sobre el futuro de la segunda etapa del gasoducto, ahora rebautizado. “Dicen que lo van a financiar con capitales privados, pero aún no hay nada concreto al respecto”, comentó.
En un posicionamiento claro, González subrayó: “Para nosotros, YPF debe cumplir el rol de Mosconi (primer presidente de la empresa). Debe ser el motor de la industria nacional, un vector de crecimiento mediante la explotación de recursos no renovables, que pertenecen a todos los argentinos”.
Por último, señaló el cambio de enfoque del Gobierno actual: “Milei deja de lado el paradigma del autoabastecimiento, que siempre fue un objetivo nacional. El Gobierno quiere que el país sea una plataforma de exportación de crudo y que volvamos a ser simplemente un exportador de materias primas”, concluyó.
La importancia de la inversión
Por su lado, Fernando Banderet, intendente de Añelo, donde se encuentra el corazón de Vaca Muerta, afirmó también por la 750: “En el Gobierno local nosotros tenemos una muy baja coparticipación. Es difícil poder llegar a generar infraestructura propia. Por eso empezamos a articular con el ámbito privado”.
Y añadió: “Logramos un convenio con YPF que garantiza el gas natural para todos los vecinos de la localidad. Cuando hablamos de Vaca Muerta hablamos de gas, de producción, somos el segundo yacimiento más importante del mundo, pero nuestra comunidad se seguía calefaccionando a leña y garrafa”.
“Hoy YPF está generando una nueva planta reductora de gas. Con eso nos da la posibilidad de poder llegar a la comunidad. Hoy nos falta llegar con gas natural a 700 familias, pero estábamos comprometidos con la cantidad de gas. Hoy podemos empezar a generar nuevos anillados”, añadió.
No es un dato menor de cara al futuro: “Y en una segunda etapa, que sería a mediados de junio, ya pasaríamos de 150 mil metros cúbicos a 400 mil. Eso nos permite tener un crecimiento demográfico y empezar a pensar en los parques industriales y en el asentamiento de las industrias que tenemos”.