La palabra oxímoron remite a una figura literaria que consiste en combinar dos expresiones de significado opuesto en una misma estructura, con el objetivo de generar un tercer concepto con un nuevo sentido.
A partir de una experiencia de taller con el director y docente porteño Pompeyo Audivert, la directora Judith Ganón retoma ese término poniendo en escena Oxymoron, sombras del sueño, que se presenta esta noche a las 22 en el Teatro El Rayo Misterioso (Salta 2991).
"La obra surge a partir de la necesidad de juntarnos a entrenar en la Poética de las Máquinas de improvisar, entrenamiento teatral que realizamos en Buenos Aires con el actor, director y docente Pompeyo Audivert. Algunos preferían actuar y yo tomé el rol de la dirección, 'siendo el ojo que todo lo ve'", dijo Ganón a Rosario/12.
El grupo, según sus responsables, se instala en el teatro Confite de Casa Arijón, donde trabajan con el material de improvisaciones, hasta convertirlo en 25 minutos de obra, en donde aparecía desde el comienzo la pregunta acerca del rol del actor en esta sociedad.
"Esta pregunta sigue rondando en la obra Oxymoron, pero con diversas respuestas que mutan y repreguntan, nos interpelan. Sumamos textos bellísimos, que surgían como respuesta a estas preguntas sobre nuestra identidad, nuestro camino, nuestros sueños", explicó Ganón, responsable de la dirección del proyecto.
"Pisamos fuerte en el territorio y a veces ya somos un todo fragmentado, pero con una pertenencia mágica".
El elenco está integrado por Adriana Frodella, Valeria Rico y Nicolás Valentini, y contó además con el aporte de Diego Quilici en el diseño de luces, de Liza Tanoni en vestuario y de Mauricio Caturelli en la creación de los objetos escénicos.
"En el territorio de la Poética Maquinal, ya allí instalados, el actor se trasmuta en un nosotros, vuelca sus saberes en beneficio del movimiento de esa máquina, deja lo propio para ser parte y potenciar el todo. No importa de donde vengas, en tanto y en cuanto estés presente, ese peculiar moverse democrático de la Máquina", explica Ganón refiriéndose al método creado por Audivert.
La obra, según su directora, arranca desde un "quién soy, quiénes somos". "Pisamos fuerte en el territorio y a veces ya somos un todo fragmentado, pero con una pertenencia mágica, poderosa --dice Ganón--. Me tomé el atrevimiento de musicalizar la obra en vivo y siento que aunque el público no me ve, estoy muy presente en relación con mis compañeros, en relación con La Máquina en sí".
"El oxímoron es una metáfora que se dispara a partir de una contradicción aparente, sumidos en la contradicción disparando metáforas desaforadas los actores de esta Máquina deambulan o danzan entre el grotesco y lo poético exquisito de Shakespeare, por ejemplo", adelantó la directora en relación al trabajo llevado a cabo junto al trío protagónico.