Alessandra Korap Munduruku, una de las más reconocidas activistas indígenas de Brasil, dijo que a su pueblo le "preocupa" que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva esté "a favor de la explotación petrolera en la Amazonía". Además, envió un mensaje a los líderes mundial que se reunirán para la cumbre del G20, en Brasil: "Los pueblos indígenas no negociaremos nuestros territorios".
"No vale de nada que el gobierno demarque algunas tierras indígenas si al mismo tiempo quiere aprobar el petróleo en el Amazonas", afirmó Korap durante una visita a São Paulo, capital económica de Brasil, adonde viajó desde su estado natal de Pará, en el norte, para conocer un mega mural artístico contra la deforestación en el que se reproduce su imagen.
El gobierno de Lula proyecta avanzar en la explotación 'offshore' de parte del llamado Margen Ecuatorial, un área marina a 500 kilómetros de la desembocadura oceánica del río Amazonas, con reservas potenciales de 10.000 millones de barriles de petróleo e inversiones previstas por casi 50.000 millones de dólares.
"Cuando empecemos a explotar el Margen Ecuatorial, daremos un salto de calidad extraordinario", declaró Lula en junio de este año, mientras el proyecto está pendiente de una licencia medioambiental.
"Queremos hacer todo de forma legal y respetando el medioambiente, pero no vamos a desaprovechar ninguna oportunidad para crecer", anticipó el presidente, que fue criticado por ambientalistas.
Lula prometió hacer de Brasil un país referente en la lucha contra el calentamiento y, por ejemplo, la deforestación en la Amazonía brasileña cayó un 30,6 por ciento entre agosto de 2023 y julio de 2024.
Por eso organizaciones ambientalistas criticaron su defensa del proyecto petrolífero, ya que tendría un gran impacto en la biodiversidad de la zona y en las actividades pesqueras de las que dependen los pueblos costeros de la Amazonía.
De cara al G20
Korap, quien recibió entre otros el Premio Robert F. Kennedy de Derechos Humanos por su lucha contra la deforestación y las actividades extractivas ilegales en la Amazonía, dijo que espera que los líderes mundiales que se reunirán en el G20, el 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro, "escuchen a los pueblos indígenas".
"¿Cómo van a discutir sustentabilidad sin consultar a los pueblos indígenas, al pescador que vive del río?", se preguntó Korap, que pertenece al pueblo indígena Munduruku, cuya población se estima en unas 14.000 personas.
"Una verdadera consulta no es reunirse con uno o dos representantes, sino escuchar a todos los pueblos impactados. El 'desarrollo' del que hablan no incluye a nuestros hijos ni nuestra selva".
La activista, de 39 años, dijo que no deposita ninguna expectativa en la COP29, la conferencia sobre cambio climático de las Naciones Unidas que se abrió este lunes en Azerbaiyán, ni en la COP30 de 2025, que tendrá lugar en su natal Pará, "porque ya van treinta años de COP y nunca solucionó nada".
En cambio, fue clara en el mensaje que le gustaría hacerle llegar a las autoridades y gobiernos que discutirán, entre otras cosas, cómo equilibrar la economía extractiva con el cuidado del medioambiente: "Los pueblos indígenas no negociaremos nuestros territorios".