Facundo Rádice canta tangos, y por su voz suelen pasar grandes plumas autorales de ayer y de hoy. A cada coyuntura le coloca un tono acorde. Un clima. Y entonces, Expósito o Contursi, suelen convivir en sus interpretaciones con el “Tape” Rubín o don Acho Estol, en un mismo todo. No es casual que el espectáculo que le hizo poner un pie en escena haya llevado por nombre “Tango sin Tiempo”. O que las huellas que dejó como cantor de La Vidú durante 20 años hayan rendido buena cosecha en dicho sentido. Patricia Malanca también canta tangos, y bien podría ser su alter ego femenino. Canta a viejos y a nuevos. Y cada disco que publica –tiene cinco y uno con Gardel incluido- es bienvenido por una grey maleva que la ha adoptado como faro y referencia.

Radice y Malanca, Malanca y Radice se unieron pues a un Acho Estol en rol productor, y forjaron un disco que desde su nombre huele a tiempos cercanos (Radiante sobre el Mic Buenos Aires). Y a esa veta se entregan, de momento. En esta parte del péndulo temporal se amalgaman las voces en torno a una melodiosa y entrañable versión de “En blanco y negro Buenos Aires”, ese lindo tema de Silvina Garré. A “No me arrepiento de este amor”, de Gilda, en clave de asfalto y con la base de instrumentación original. A la ríspida “6.25”, un tango de Cintia Trigo con olor a fierro, y afincado en el conurbano que parió a los dos intérpretes. Y a “Peón de Ajedrez”, el clásico de La Chicana, que incluye a la pianista Noelia Sinkunas, el bandoneonista Gabriel Annoni, la violinista Carolina Ramírez Mitchell y la contrabajista Paula Rossetti como convidados de lujo. También se amalgaman las plumas –no solo las voces- porque uno de los cinco temas del disco es de composición propia. Es una milonga. Se llama “Radiante Buenos Aires”. Y sus palabras carnavaleras enumeran personajes que así la tornan. De Víctor Hugo al Diego. De Troilo a Cucuza. De Los Desvelados a La Chicana.

A propósito, el dúo presentará el EP –publicado por Acqua Records- en un concierto con entrada gratis, el jueves 28 a las 21 en Pista Urbana (Chacabuco 874), acompañados por Gabriel “Pichuco” Annoni en bandoneón, Alejandro Montaldo en piano, Carolina Ramírez Mitchell en violín y al mismísimo don Estol en guitarra y dirección.