El balotaje por la presidencia de Uruguay entre el opositor Yamandú Orsi y el oficialista Álvaro Delgado plantea un escenario "altamente competitivo", con una ventaja de tres puntos porcentuales del primero, según una encuesta de Opción Consultores divulgada en las últimas horas.
De cara al balotaje del 24 de noviembre, Orsi (Frente Amplio, FA) recoge el 48,5% de intención de voto, apenas por encima de Delgado (Partido Nacional, PN) que suma el 45,1% de acuerdo con el sondeo presentado en el canal 4 de la televisión local. "La distancia se encuentra comprendida dentro del margen de error", aclararon desde Opción.
En la primera vuelta de las presidenciales del 27 de octubre pasado, Orsi fue el más votado con el 43 por ciento aunque no pudo evitar el balotaje. Delgado quedó segundo en esos comicios con el 26 por ciento, y sus otros tres socios de la Coalición Republicana (Partido Colorado, Cabildo Abierto, Partido Independiente) en conjunto superaron el 20 por ciento.
Según la ficha técnica de Opción, los intervalos de confianza plantean para la fórmula Orsi - Carolina Cosse un piso de 46,2% y un techo de 50,8% y para el binomio Delgado - Valeria Ripoll de 42,8% y 47,4% respectivamente.
"Aunque la actual predisposición del electorado externo continúa favoreciendo levemente al candidato del FA, el escenario es altamente competitivo", plantea la consultora, que en su investigación proyecta los indecisos y estima en 6 por ciento el voto en blanco o anulado. Existe "una mejora de la fidelización del bloque coalicionista respecto a meses anteriores", agrega.
Debate
Los dos candidatos protagonizarán un debate televisivo el próximo domingo a la noche, el primero y último cara a cara de este proceso electoral y que es obligatorio por una ley de 2019 para los que pasan a la segunda vuelta.
Orsi es un profesor de historia de 57 años que gobernó durante una década el departamento de Canelones que busca el retorno al poder del Frente Amplio, mientras Delgado, un veterinario de 55 años, fue diputado, senador y secretario de la presidencia de Luis Lacalle Pou y es su apuesta para la continuidad del oficialismo.