El periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, cargó contra el Gobierno de Javier Milei a un año del “show infame”, el debate presidencial con los otros aspirantes al máximo cargo de gestión. Por la 750 afirmó que “hace un año se ponía la primera piedra” de lo que una “revolución al revés” que daña la vida de los ciudadanos.
El editorial de Víctor Hugo Morales
Se cumple un año y aquel show infame derivó en este gobierno infame. El debate con aquella mentira sobre las tarifas, por ejemplo, y el papel siempre absurdo de Milei. Nada cambió.
La derecha del mundo ha impuesto su voluntad de forma que parece inexorable. Ganó Milei, para despedazar el Estado, los derechos, la cultura, la salud, la vida de los pobres.
Hace un año se ponía la primera piedra, sin que importase demasiado el debate. Rocco Carbone, en su libro Lanzallamas, dice que "ese poder es una forma total de fascismo que está tratando de estimular una mutación en las clases dominantes, impulsando la transformación de un nuevo régimen de acumulación económico y de dominación".
Debimos presentirlo en el transcurso de aquel debate ordinario y grosero. Pero seis de cada diez lanzaron sus llamas de odio en las urnas y provocaron esta hecatombe en proceso.
Leandro Renou cuenta la discusión de Lavagna con Milei sobre la realidad del tema precios. Lavagna, un veterano de guerra de Clarín, le pone algunas banderillas a Milei porque es evidente que el INDEC no refleja la realidad de los precios ni de la inflación.
Pero ese es el caballo de batalla de Milei, la baja de la inflación, y no permite que se lo toquen. El debate ahora es sobre el tamaño de la mentira en la relación precios-salarios.
Milei es apenas un medio para un fin: el fin es de las corporaciones. El hombre que saltó de una oficina de Eurnekián a una más amplia de la Casa Rosada ha cumplido como nadie con la orden que, como a buen servil, no es preciso imponerla. El buen siervo sabe, sin que se lo pidan, cómo ponerle la chaqueta al patrón.
Hace un año, está en curso una revolución al revés, una utopía en sentido contrario, un debate perpetuo entre la estafa y el dolor.