Un informe del Centro de Estudios para la Recuperación Argentina de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA (Centro RA) reveló que en Argentina uno de cada cuatro jóvenes es indigente y está fuera del sistema. El rango etario que se tomó como base fue personas de entre 14 y 29 años. Si bien la tasa de empleo total muestra una tendencia ligeramente ascendente, el empleo entre los jóvenes se mantiene en niveles relativamente bajos. Las mujeres jóvenes presentan una tasa de empleo menor que los varones jóvenes, lo que refleja una brecha de género persistente en el mercado laboral.

En diálogo con la 750, la politóloga y coordinadora del Centro RA, Mara Pegoraro, señaló que lo que el informe muestra “es algo que nosotros vemos cuando caminamos en la calle”. “Es lamentable que los datos, muchas veces desagregados de la Encuesta Permanente de Hogares, sean tan evidentes en la cotidianidad, porque vienen a dar cuenta del deterioro progresivo y creciente del tejido social de hace muchos años, y en los últimos meses ha atravesado un proceso de aceleración”, explicó.

Efectivamente, según el informe, "la indigencia en los jóvenes creció más de un 7,2% en los últimos seis meses”.

“Hay que ser prudentes y reconocer que esto no empezó el 10 de diciembre de 2023, esto es un proceso de deterioro progresivo que viene ocurriendo en Argentina y en los últimos meses tuvo una aceleración muy significativa, sobre todo en los sectores más vulnerables”, aclaró Pegoraro.

“Los que toman las decisiones públicas mirando los datos de inflación dicen que primero hay que arreglar la macro y después hay que preocuparse por la micro, pero en el después hay una cantidad de personas, una vez que se caen del sistema, (a la que) es muy difícil volver a entrar, y eso es lo que el informe muestra: el deterioro en las condiciones de pobreza y el aumento de la indigencia, el efecto que tiene es que el proceso de recuperación de esas personas es mucho más difícil y más lento”, advirtió.

Asimismo, el texto elaborado por el Centro RA da cuenta deque la tasa de pobreza y la tasa de indigencia presentan una tendencia al alza, con una mayor incidencia en los jóvenes que en la población total. Se destaca la mayor vulnerabilidad de las mujeres jóvenes en el mercado de trabajo, evidenciada en la tasa de desocupación y en la tasa de pobreza. La indigencia en los jóvenes creció más de un 7,2% en los últimos seis meses.

“El dato que nosotros trabajamos a partir de la Encuesta Permanente de Hogares es un dato de deterioro social que ocurre aún frente al dato del descenso de inflación, y ese es el punto central. Eso es una decisión de la política. Cuando la política decide que la micro no importa lo que ocurre es que hay un deterioro social ineludible y eso es lo que muestra el informe que, insisto, es lo que vemos cotidianamente”, remarcó.

Para el Gobierno, la pobreza y la indigencia no pareciera ser el problema prioritario a resolver, y mientras eso no ingrese en su agenda de definición de problemas públicos y políticos, siempre va a quedar al costado. Los datos muestran una realidad que para el Gobierno no es relevante atender”, concluyó.