La Universidad Nacional de Rosario reconoció a los mejores promedios de todas las carreras de grado, pregrado y nivel medio del año 2023. El más alto fue el de Sofía Beltramone, egresada de la Licenciatura de Bellas Artes, con 9,83. El segundo y tercer promedio, de las graduadas del Profesorado de Arquitectura, Lorena Klanjscek y Analía Martínez, con 9,80 respectivamente.

En la entrada de la Facultad de Arquitectura, donde se realizó el acto, un gran pizarrón exhibía fotos y mensajes de los homenajeados: 

“Esta Universidad se convirtió en parte de mi identidad, no sólo por ser un graduado, sino porque mi paso por ella modificó mi manera de pensar. Me dio ambición, sueños y amistades, razones para admitir con orgullo: 'Yo fui a la UNR'. 

“Fue el hilo que enhebró mi vida en Rosario, donde conocí a mis mejores amigos y mentores y donde pude aprender, discutir con otros y pensar(me). La Universidad es compromiso, aprendizaje y comunidad”.

“Es mi segundo hogar, mi fuente de oportunidades, una red de contención y la puerta a mejorar las condiciones de vida de mi familia”. 

“Fue el cimiento de mi futuro, me dio alas para alcanzar mis sueños, me inculcó valores, me formó como profesional y persona, me brindó amor y contención en todas sus formas. Gracias UNR, me hiciste tan feliz”, eran algunas de las expresiones compartidas.

El evento contó con la presencia del Rector Franco Bartolacci, el Vicerector Héctor Darío Masía, la Secretaria de Área Académica y de Aprendizaje Romina Pérez, decanos, directores de las unidades académicas y de las escuelas medias, autoridades de Apur, Coad, FUR, docentes, no docentes, familiares y amigos de los graduados distinguidos. Comenzó con la interpretación de tres temas musicales por parte de la estudiante de Instituto Politécnico, Renata Escoda y luego se reprodujo un audio con relatos de los graduados acerca de sus trayectos por las carreras y sus sentimientos hacia la Universidad Pública.

Como la primer promedio está fuera del país cursando estudios de posgrado, su padre el arquitecto Alejandro Beltramone leyó una carta suya: “Cuando recibí la notificación de este logro, una mezcla de recuerdos me transportaron a la Facultad de Humanidades y Artes, al constante ajetreo de los pasillos, al debate de las aulas y al olor a pintura y tinta en los talleres. Para mí los años de la UNR fueron de los mejores, los que me permitieron abrirme a nuevos y diferentes desafíos. Detrás de un número que refleja un promedio no hay un yo sino un nosotros. Este reconocimiento es un agradecimiento a quienes nos acompañaron en el recorrido, a los docentes por haber sido guías, a nuestras familias, amigos por su apoyo incondicional y a los compañeros con quienes compartimos el esfuerzo y el entusiasmo por nuestra carrera”.

El Rector Bartolacci felicitó a los graduados y afirmó: “No es un número lo que estamos ponderando sino una manera de transitar la Universidad Pública”. Frente a un atento auditorio expresó: “Tenemos un enorme privilegio en este país, algo que no sucede en ningún país del mundo. Aquí cada joven según su deseo y vocación puede acceder a estudios de excelencia sin ningún tipo de restricción. Esto que reivindicamos como un derecho implica también una responsabilidad que es hija del privilegio de poder llamarnos universitarios. Esa responsabilidad se da cuenta de muchas maneras, con esfuerzo, compromiso, dedicación y eso es lo que venimos a valorar hoy”.

Sostuvo que el graduado universitario que se desarrolla en el ámbito profesional que sea, debe hacerlo de una manera particular, no solo con expertiz profesional sino también poniendo en juego un conjunto de valores y principios que son propios de la formación universitaria. Y les pidió a los egresados un favor que definió como un mandato: “No olvidemos nunca que somos portadores de la defensa de este sistema que nos permitió ser y debemos hacer posible que otros puedan contar esta historia. Tenemos la responsabilidad de hacer nuestra parte para que otros tengan el acceso a igual derecho.”

Destacó que la posibilidad de acceder a la educación superior es un derecho individual que permite crecer y también es el derecho colectivo de la sociedad de poder tener buenos profesionales formados por esta institución que produce conocimiento y ciencia para transformar aquello que está mal. “Es la convicción profunda de que lo que nos salva y nos hace verdaderamente libres es la educación”, agregó.

En un clima de emoción y aplausos, tomó la palabra la Secretaria Académica de la UNR Romina Pérez para expresar que lo que se reconoce es el valor del esfuerzo, el compromiso y la dedicación. Asimismo, manifestó que se está trabajando en una reforma pedagógica y curricular para repensar los temas sustantivos que un estudiante necesita conocer y los procesos intelectuales que debe desarrollar para ser un profesional en el siglo XXI y contar con herramientas para desarrollarse en un mundo competitivo y con trayectorias laborales cambiantes: “Formar estudiantes capaces de resolver problemas, de aprender a aprender, más allá de afrontar con éxito una etapa de examen, valientes, solidarios, con compromiso ético y actitud crítica, sensibles a las necesidades de la sociedad”.

 

Luego, las autoridades de la UNR hicieron entrega de los diplomas a los mejores promedios de cada unidad académica, ante un auditorio que aplaudió de forma calurosa y tomó fotografías para inmortalizar el momento. El acto finalizó con la interpretación de tres temas musicales por parte de los estudiantes del Instituto Politécnico Camilo Falappa y Gian Franco Cinalli, que culminaron con “A rodar mi vida” de Fito Páez.