Un nutrido grupo de policías de la comisaría de San Carlos desalojó violentamente a una familia campesina que habitó por décadas una parcela fiscal en el paraje El Barrial del departamento Cafayate. 

Socorro Guanca, integrante de la familia desalojada, relató a Salta/12, que el proceso judicial para desalojarlos lo inició en 2019 Elva Carolina Tula, cuñada de la actual intendenta de la comuna de San Carlos, María del Carmen Vargas

Guanca contó que la policía llegó en móviles a las 6.30 del lunes último, acompañada por otros hombres que portaban machetes. Denunció además que la fuerza de seguridad llegó acompañada de vehículos del municipio vallisto. "Escuché ruidos de machetazos, como que estaban cortando todo. Eso me despertó. Cuando logré vestirme los tenía en la casa. Violentaron todo", rememoró.

"Fue trágico", sintetizó. Los policias usaron sus armas, cuando el hermano de Socorro, Carlos Guanca, y su hijo, Rodrigo Condorí, buscaron sacar pocas horas más tarde los paneles de abejas dispersos en el predio. "Nosotros somos artesanos, vivimos de nuestros animales y nuestra producción. Tenemos abejas porque producimos miel", se explayó. Carlos Guanca y su sobrino querían sacar las avispas sin ser molestados por los efectivos y, por ese motivo, les pidieron que se retiraran. Socorro afirmó que los policías pensaron que los paneles formaban parte de una maniobra para evitar ser desalojados. Como las abejas se espantaron al presentir la amenaza, los efectivos comenzaron a dispararles

"Eran las 10 de la mañana cuando mi hermano empezó a moverlas para trasladarlas a otro lugar. Entonces los de la Infantería se molestaron porque decían que pusimos a propósito a las abejas", cronicó la hija de Juan Guanca, el octogenario de la familia de campesinos. "Los policías pasaron al lado de ellas. (Las abejas) Son muy sensibles, es importante que las personas que no conocen su manejo no las toquen y no molesten", aseveró. "Como mi hermano, ya con mucha impotencia por los comentarios que hacían los policías, les pidió que se retiren. Las abejas salieron y fue entonces que comenzaron los tiros", relató. 

En medio del tiroteo, tío y sobrino corrieron a la casa de una vecina, porque ella estaba acogiendo a Juan Guanca en medio del desalojo. "La policía no se frenó", planteó Socorro, "entraron a esa casa sin una orden y golpearon a mi vecina, Ana Cisneros, golpearon a mi hijo, lo patearon brutalmente mientras estaba en el suelo", sollozó, "y fue delante de mi papá que presenció toda esa escena violenta". Luego precisó que a su hermano Carlos "lo tienen ahora (por ayer) preso e incomunicado", mientras que Ana Cisneros "esta asustada y con hematomas". Esta mujer vive con su hijo menor de edad, que "tiene una discapacidad y tuvo que presenciar todo el maltrato policial hacia su madre. Le rompieron la casa, sillas y puertas. Incluso dejaron un chaleco de la policía tirado en el suelo".

(Imagen: gentileza Radio Impacto Cafayate)

La Policía de Salta informó en Radio Nacional que los efectivos actuaron como auxiliares de justicia y por orden del juzgado de primera instancia a cargo de María Virginia Toranzos, que ordenó el desalojo de la familia Guanca. También precisió que el operativo contó con sesenta efectivos, del pueblo y de la ciudad de Salta. 

"La orden de desalojo se cumplió con toda normalidad hasta las 10.30", afirmó la Policía a través de su área de prensa. Agregó que a esa hora dos hombres "vestidos con ropa de apicultores" y que portaban dos cajones ingresaron al predio y "Cuando fueron divisados por el personal policial, agitaron los cajones y se los arrojaron". Según la fuente oficial, ocho miembros de la fuerza fueron lesionados con picaduras de las abejas. Los atacantes -siempre en la versión oficial- "se dieron a la fuga en una veloz carrera, pero a los 300 metros fueron demorados". 

El catastro 141

Belén Nanni, abogada de la familia Guanca, explicó que el Juzgado Civil, Comercial, Laboral, de Personas y Familia, y de Garantías de Cafayate no o ordenó el desalojo. Al contrario, la orden de la jueza María Virginia Toranzos se orientó a que las partes convivan en ese catastro en disputa que no llega a las cinco hectáreas. 

Nanni detalló que en la sentencia del año pasado, la magistrada dispuso que las partes “se brinden recíproco e irrestricto ingreso por el acceso común del inmueble para ocupar los sectores que detentan”. Relató que hubo una mediación en pandemia que se llevó a cabo de manera remota, pero que los demandantes no accedieron a un acuerdo.

"Nosotros hicimos un estudio de títulos, y nadie tiene la titularidad registral de ese catastro, que no es el 139", aludió luego en referencia a un oficio de diciembre de 2023. Ese documento fue publicado por el portal digital de noticias Copenoa el 16 de junio de 2024, tras el primer intento de desalojo que ocurrió el 7 de ese mes. Si bien contiene la palabra "lanzamiento", la orden es sobre un catastro (139) que no es el que disputan por posesión -veinteñal en el caso de los Guanca- en esa zona de San Carlos. 

Este diario consultó en la Dirección General de Inmuebles la información disponible del catastro 141 de San Carlos y la respuesta fue: "no hay cédula aunque figura en nuestros sistemas". Según se explicó en Inmuebles, existen dos posibilidades: o bien la información registral se encuentra en algún libro de títulos y un abogado puede solicitar un "informe de dominio", o bien el catastro carece de titulares anteriores porque siempre fue fiscal. Tanto Socorro Guanca como la abogada de la familia campesina, insistieron sobre el vacío legal que prima en los registros catastrales del  departamento vallisto salteño, un problema no resuelto -excepto el municipio de Palermo del departamento Cachi- que persiste en buena parte de los catastros rurales en las distintas jurisdicciones que integran los Valles Calchaquíes en Salta. 

"Carolina Tula dice que tiene títulos y sabemos que no es cierto", afirmó Socorro Guanca. "Nosotros somos humildes, pero igual vamos a luchar por esas tierras, por nuestros derechos de posesión. Mi papá vivió toda su vida aquí", continuó. "Está adaptado a vivir tranquilo, con sus animalitos y en paz, es todo muy triste. Los animales quedaron adentro y la policía le dijo a otro hermano que si no se iba le iba a pegar un tiro, denunció nuevamente. 

Socorro Guanca fue ayer a la fiscalía penal de Cafayate a cargo de Sandra Graciela Rojas. "Desde un primer momento, la policía de San Carlos no quiere tomarles las denuncias por los atropellos que sufren", precisó Belén Nanni. "El lunes, la comisaría también se negó a registrar la denuncia", agregó. 

Por ahora los Guanca permanecen alojados en casas de vecinos, mientras la causa en la que reclaman el reconocimiento de sus derechos de posesión veinteñal sobre el catastro 141 continúa su curso en la justicia salteña. La abogada dijo que ya presentó un recurso de revocatoria. Ese tribunal de apelación solamente revisará el desalojo, no la posesión del catastro 141 ni la suerte de la familia campesina Guanca.