El presidente de Cuba, Raúl Castro, recibió ayer en La Habana al canciller de Corea del Norte, Ri Yong-ho, un encuentro marcado por las tensas relaciones que ambos países mantienen con Estados Unidos. “En el fraternal encuentro ambas partes constataron los históricos lazos de amistad que existen entre las dos naciones y dialogaron sobre temas internacionales de interés común”, según la nota oficial de la reunión divulgada en la televisión cubana.
De acuerdo al comunicado, Ri transmitió también a Castro un “mensaje verbal” del líder norcoreano Kim Jong-un, del que no se brindaron detalles, además de sus condolencias por el primer aniversario de la muerte de Fidel Castro, que s cumple hoy. Tanto Corea del Norte como Cuba, que comparten sistemas socialistas, han afrontado recientemente nuevas sanciones económicas de Estados Unidos. El pasado miércoles, el canciller norcoreano mantuvo conversaciones bilaterales con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez -también presente en la reunión de hoy con Castro-, y ambos apostaron por reforzar el socialismo pese a las presiones del “imperialismo”, en alusión al gobierno del presidente estadounidense Donald Trump.
En el marco de la crisis nuclear con Corea del Norte, Estados Unidos volvió a incluir esta semana al país asiático en su lista de países patrocinadores del terrorismo –de la que había salido hace una década–, además de imponerle nuevas sanciones económicas, que perjudican principalmente a su sector del transporte. Cuba integró esa lista negra hasta 2015, cuando se la excluyó en el contexto de normalización de relaciones en la etapa final del gobierno de Barack Obama.
Sin embargo, Trump decidió congelar ese proceso y, en consecuencia, el pasado 9 de noviembre entraron en vigor nuevas sanciones de Washington contra la isla. Las medidas, anunciadas por el mandatario republicano en junio pasado incluyen prohibir las transacciones con ciertas entidades gubernamentales cubanas, entre ellas muchos hoteles, y limitaciones de viaje para los estadounidenses. Aunque las relaciones entre La Habana y Pyongyang son estrechas, la isla comercia sobre todo con Corea del Sur, a pesar de no mantener vínculos diplomáticos. En 2016, el intercambio entre ambos países alcanzó los 67 millones de dólares, frente a los 9 millones que Cuba comercia con Corea del Norte.