Un vuelo de Lufthansa que despegó desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, Buenos Aires, hacia Frankfurt sufrió graves turbulencias en pleno vuelo. El avión, un Boeing 747-8, tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Alemania después de que 11 personas resultaran heridas, incluidos pasajeros y miembros de la tripulación.
El incidente ocurrió sobre el Océano Atlántico, cuando el avión atravesó una zona de turbulencias intensas provocadas por corrientes de aire. A pesar de que los pilotos intentaron evitar la zona de mal tiempo subiendo la altitud del avión, no pudieron eludir las fuertes turbulencias.
Según Lufthansa, cinco pasajeros y seis miembros de la tripulación sufrieron heridas, aunque la mayoría de ellas fueron leves. Por el momento, la aerolínea no detalló la gravedad de las lesiones, ya que los afectados estaban siendo evaluados por los servicios médicos a su llegada a Frankfurt.
Las imágenes compartidas por los pasajeros mostraron daños en la cabina del avión, incluyendo los compartimentos de las máscaras de oxígeno. Durante el episodio de turbulencia, la velocidad del avión disminuyó rápidamente de 964 km/h a 450 km/h en solo un minuto, lo que generó gran preocupación a bordo.
A pesar de la intensidad de las turbulencias, Lufthansa aseguró que en ningún momento la seguridad del vuelo estuvo en peligro. La aerolínea también aprovechó la ocasión para recordar la importancia de usar el cinturón de seguridad durante todo el vuelo, especialmente en trayectos largos, cuando es más probable encontrar turbulencias.
El piloto del vuelo pidió asistencia médica para los pasajeros antes de aterrizar, y a su llegada a Frankfurt, los heridos fueron atendidos de inmediato.