El Gobierno defiende sin fisuras el cambio en la fórmula de movilidad previsional. El titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, equiparó el mecanismo de ajuste propuesto por la Casa Rosada con el vigente en Finlandia y aseguró que las jubilaciones en Argentina “son más altas que las del resto del mundo y de la región”. El esquema para la actualización de las jubilaciones que será debatido el próximo jueves en el Senado fue acordado anteayer con un sector de la oposición y tendrá un impacto marginal con respecto al resultado que surgía del proyecto original, tal como había sido redactado por el Poder Ejecutivo. La primera actualización sería en el próximo mes de marzo. En Finlandia, donde el Estado mantiene una activa intervención en la economía, la jubilación mínima garantizada alcanza a 760,26 euros que equivalen a 15.736 pesos. El guarismo es casi 2,2 veces el piso de 7246 pesos vigente en Argentina.
La comparación de los mecanismos de actualización en los haberes fue realizada por el responsable de la Anses durante una entrevista con radio La Red. “No recuerdo el caso de Finlandia, pero en general las jubilaciones públicas en la Argentina están entre las más altas. Lo que sucede es que en los otros países hay sistemas privados que complementan esas jubilaciones”, indicó el funcionario. Cuando se apruebe en el Congreso las jubilaciones ajustarán cada tres meses tomando como base, en un 70 por ciento, la suba de la inflación, y en el 30 por ciento restante, la evolución del índice de salarios de trabajadores activos que elabora el Ministerio de Trabajo, el Ripte. Los incrementos serán en marzo, junio, septiembre y diciembre de cada año. En el sistema público finlandés ponderado por el funcionario, la jubilación se ajusta una vez al año. La magnitud de la mejora está explicada en un 80 por ciento por el índice de precios y en un 20 por ciento por la evolución de los ingresos. Para acceder a la jubilación mínima es necesario haber residido en Finlandia, por lo menos, durante 3 años después de los 16.
La fórmula enviada por el Poder Ejecutivo en su proyecto original arrojaba un aumento en las jubilaciones de 5,2 por ciento y la propuesta realizada por el senador Miguel Ángel Pichetto lleva la suba a 5,7 por ciento. La diferencia representa apenas 40 pesos más en las jubilaciones mínimas. Con la primera iniciativa del Gobierno, el beneficio pasaba de los 7246 pesos actuales a 7620 pesos en marzo, y tal como quedó el dictamen, irá a 7660 pesos. En ambos casos la mejora será significativamente inferior a la suba de 12 por ciento que arrojaría la ley de movilidad vigente. Ese guarismo todavía no puede precisarse ya que restan datos para completar el cálculo, pero con esa variación la jubilación mínima escalaría hasta los 8115 pesos. Son 870 pesos más que ahora y 455 pesos más que la fórmula acordada por los senadores durante el debate en el plenario de comisiones de la Cámara Alta.
Pero el deterioro no se limita a la capacidad de compra de las jubilaciones sino que el recorte alcanza además a un conjunto de beneficios no monetarios que hasta finales de 2015 ofrecía el PAMI. Un relevamiento realizado por la Fundación Soberanía Sanitaria advierte que el organismo redujo la cobertura de medicamentos para sus afiliados, eliminó programas de prevención de enfermedades recurrentes en los adultos mayores, redujo las prestaciones de trasplantes y limitó la cantidad de alimentos que entrega a los centros de jubilados.