Lionel Messi recibió ayer su cuarto Botín de Oro como máximo goleador de las Ligas Europeas, al haber convertido 37 tantos en la última temporada, en un acto en el que prefirió no hablar con la prensa acerca de la renovación de su contrato con el Barcelona.
La ceremonia, organizada por European Sport Media (ESM), se realizó en la sala principal de la Antigua Fábrica Estrella Damm de la ciudad de Barcelona, y el futbolista estuvo acompañado por su esposa Antonela Roccuzzo, y de su hijo Thiago. También estuvieron presentes sus compañeros Luis Suárez, quien le entregó el galardón, Andrés Iniesta y Sergio Busquets, y el presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu.
“Siempre dije que los premios individuales vienen de la mano del colectivo. Es un premio de todos, sin ellos no hubiese hecho los goles que hice. Esto es algo de todo el grupo”, destacó el jugador rosarino.
También señaló que nunca se ha considerado “un delantero” y habló de su evolución como futbolista: “Igual que fui creciendo fuera del campo de juego lo hice dentro. Fui mejorando y acumulando cosas a mi juego y, cada día, disfruto más de ser jugador”.
Messi, quien evitó ayer hablar sobre la renovación de su contrato con el club culé, se sacó fotografías con sus cuatro Botines de Oro, la misma cantidad que obtuvo el delantero portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo.
El primero de ellos lo conquistó en la temporada 2009-10, el segundo en la 2011-12, donde logró el récord de goles en una Liga europea en una sola temporada (50) y el tercero en la 2012-13.
El cuarto Botín de Oro Messi lo consiguió tras anotar 37 tantos la temporada pasada, superando a Bas Dost (Sporting de Portugal) y Pierre-Emerick Aubameyang (Borussia Dortmund), ambos con 31, y Robert Lewandoski (Bayern de Múnich) y su compañero en el Barça Luis Suárez, que hicieron 30 goles.