La Argentina se vio envuelta este jueves en una nueva polémica dentro de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, al ser el único país en oponerse a un documento en apoyo a la intensificación de los esfuerzos para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas. El escrito, de 19 páginas de extensión, expone las alarmante cifras de una problemática que afecta a mujeres en el mundo entero.

La iniciativa había sido presentada el pasado 11 de noviembre y lleva las firmas de Alemania, Chile, España, Bolivia, Italia, Ucrania, Uruguay y Venezuela, entre otros. Esas naciones se comprometen a “eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la violencia sexual y por razón de género, la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación”.

En total, 170 países votaron en favor de la resolución –incluido Estados Unidos e Israel– y solo 13 se abstuvieron: Bielorrusia, Burundi, República Popular de Corea, Irán, Libia, Mali, Nicaragua, Níger, Nigeria, Rusia, Senegal y Siria. Mientras que, el único que votó en contra fue Argentina.

A lo largo del documento, se remarca “la importancia de combatir la trata de personas para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas por medio de la aplicación de manera plena y efectiva del Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional”.

En ese sentido, la iniciativa representa un “avance en la lucha por la igualdad y la protección de los derechos de las mujeres", en respuesta a la creciente problemática de violencia amplificada por el uso de la tecnología y en línea.

Al respecto, la normativa señala “profunda” preocupación por la “persistente prevalencia de la violencia perpetrada contra las mujeres y las niñas en todas sus distintas formas y manifestaciones en todo el mundo, tanto en línea como en otros entornos, que no se reconoce ni denuncia tanto como se debiera”.

En otro tramo, la resolución exhorta a que los Estados deben establecer normativas para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra mujeres y niñas, particularmente en el entorno digital. Además, insta a que se promueva el acceso a recursos y servicios de apoyo para víctimas de violencia, garantizando su acceso a justicia y a la rehabilitación. 

Los principales puntos del documento de la ONU

  • Incidencia de la violencia contra las mujeres y niñas: se calcula que, en todo el mundo, 736 millones de mujeres –casi una de cada tres– han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja; de violencia sexual fuera de la pareja o de ambas al menos una vez en su vida (el 30 por ciento de las mujeres de 15 años o más). Estos datos no incluyen el acoso sexual. 
  • Violencia en la pareja: la mayoría de los actos de violencia contra las mujeres son perpetrados por sus esposos o parejas actuales o anteriores. Más de 640 millones de mujeres de 15 años o más (el 26 por ciento del total) han sido objeto de violencia por parte de su pareja.
  • Femicidios/feminicidios: en 2022, unas 48.800 mujeres y niñas murieron a manos de sus parejas u otros familiares en todo el mundo. Esto significa que, en promedio, más de cinco mujeres o niñas son asesinadas cada hora por alguien de su propia familia.
  • Las crisis climática, sanitaria y humanitaria alimentan la violencia contra las mujeres y niñas: Las crisis interconectadas, incluidas las crisis económicas, los conflictos y el cambio climático, están intensificando la violencia de género, y las mujeres marginadas se enfrentan a formas desproporcionadas y múltiples de discriminación interrelacionada.
  • Las tasas de matrimonio infantil o prostitución son más altas en las zonas afectadas por conflictos.
  • Mutilación genital femenina: la mutilación genital femenina sigue siendo una práctica profundamente arraigada que afecta a millones de mujeres y niñas en todo el mundo. A pesar de los esfuerzos mundiales por eliminarla, esta sigue planteando graves riesgos para la salud, viola derechos humanos fundamentales y perpetúa la desigualdad de género, en particular en algunas partes de África y Oriente Medio. Al menos 230 millones de mujeres y niñas de 15 a 49 años han sido sometidas a la mutilación genital femenina, un aumento del 1 por ciento—o 30 millones más de niñas y mujeres— con respecto a los datos de hace ocho años.
  • Violencia contra las mujeres y niñas facilitada por la tecnología: una de cada 10 mujeres de la Unión Europea ha sufrido ciberacoso desde los 15 años de edad, lo que incluye haber recibido correos electrónicos o mensajes SMS no deseados, sexualmente explícitos u ofensivos, o contactos inapropiados y ofensivos en las redes sociales. En los Estados Árabes, un estudio regional constató que el 60 por ciento de las usuarias de Internet en la región había estado expuesta a la violencia en línea a lo largo del año anterior. Mientras que, en los Balcanes Occidentales y los países de Europa Oriental, más de la mitad de las mujeres con presencia en línea en la región han experimentado alguna forma de violencia facilitada por la tecnología en su vida.
  • Violencia contra las mujeres en la vida pública: las mujeres en la vida pública, incluidas las parlamentarias y periodistas, se enfrentan a altos niveles de violencia psicológica, acoso y amenazas, a menudo relacionados con su género. Estas formas de violencia no sólo amenazan su seguridad personal, sino que también obstaculizan la igualdad de género y la participación democrática.
  • Baja presentación de informes sobre la violencia contra las mujeres: menos del 40 por ciento de las mujeres que experimentan violencia buscan algún tipo de ayuda. En la mayoría de los países para los que existen datos disponibles sobre esta cuestión se constata que, entre las mujeres que buscan ayuda, la mayoría acude a familiares y amistades. Muy pocas recurren a instituciones formales, como la policía o los servicios de salud.
  • Disminución del financiamiento para poner fin a la violencia contra las mujeres: a pesar de un aumento en la financiación de la Asistencia Oficial al Desarrollo (AOD) en los últimos cinco años, la financiación para poner fin a la violencia contra las mujeres ha caído un 13 por ciento entre los periodos de 2018-2019 y 2020-2021. El 99 por ciento de la AOD relacionada con el género no llega a las organizaciones locales de derechos de las mujeres ni a los movimientos feministas. Solo alrededor del 5 por ciento del financiamiento total de los Estados Miembros de la OCDE para poner fin a la violencia contra las mujeres y niñas se asigna a organizaciones de la sociedad civil.