La salida de su casa con la ropa habitual, quizás ese 12 de julio optó por el jean nevado, que le sentaba mejor. Aceptó la mirada cariñosa de su abuela. El pelo lacio que disfrutaba lucir, las pestañas arqueadas que ponían a resguardo los ojos siempre achinados por una sonrisa a flor de todo en cada encuentro y en cada posteo de sus redes. Luciana Muñoz, 21 años cumplidos en agosto, le dijo a la abuela Mirta quDesde entonces no volvió