El Gobierno Nacional anunció este viernes la eliminación de impuestos para compras en el exterior realizadas a través de envíos internacionales. A partir de diciembre, los argentinos podrán importar bienes por un valor de hasta 3.000 dólares por envío, una cifra que representa un aumento con respecto al límite previo de 1.000 dólares. Además, los primeros 400 dólares de cada compra para uso personal quedarán exentos de aranceles, y solo se pagará IVA sobre ese monto.

Según explicaron las autoridades, la medida se enmarca dentro de la política de "normalización" del comercio exterior promovida por el Ministerio de Economía, bajo la conducción de Luis Caputo. De a cuerdo a la información difundida hasta el momento, seguirá vigente la restricción de compra de hasta tres productos iguales y el tope de 50 kilos por envío.

El objetivo es hacer más "competitivos" los precios de productos como ropa, tecnología y electrodomésticos, y facilitar la importación de repuestos urgentes para empresas, explicaron. Sin embargo, esta flexibilización podría tener consecuencias en el sector productivo argentino.

Los detalles de la medida de "normalización del comercio exterior"

El vocero presidencial, Manuel Adorni, explicó en una conferencia de prensa que la reforma tiene como principal objetivo permitir que los argentinos accedan a productos más baratos, sin tener que viajar al exterior. "Es necesario que los argentinos puedan comprar a precios más bajos, sin tener que pagar un pasaje de avión o esperar horas en una frontera para encontrar un producto mejor", destacó Adorni.

A modo de ejemplo, mencionó que una campera que costaba 100 dólares en el exterior, y que antes requería el pago de 67 dólares en impuestos, ahora solo pagará 21 dólares gracias a la eliminación de los aranceles. "Esto forma parte de la normalización del comercio exterior, que comenzó con el fin de las restricciones a las importaciones", añadió.

Adorni también subrayó que esta medida tiene como objetivo facilitar la importación de repuestos y materiales para las empresas. "Las empresas necesitaban importar insumos, repuestos y piezas con urgencia, y el límite de 1.000 dólares les representaba una barrera. Ahora, con el nuevo límite de 3.000 dólares por envío, podrán importar con mayor agilidad y reducir los tiempos de espera", explicó el vocero.

Ampliación de los límites de importación

Por otro lado, Pablo Lavigne, secretario de Industria y Comercio, también se refirió a los detalles de la medida. Según Lavigne, la reforma ampliará los límites de importación vía courier de 1.000 a 3.000 dólares por envío. Además, los envíos de uso personal quedarán exentos de aranceles por los primeros 400 dólares, y solo se pagará IVA sobre esa parte de la compra. "Esto beneficiará principalmente a las empresas que necesitan importar repuestos de manera urgente", agregó.

Lavigne también aclaró que la medida no afecta la importación a través del sistema postal tradicional, operado por el Correo Argentino. "Este régimen sigue igual, con las mismas restricciones. Sin embargo, los envíos a través de courier tendrán ahora mayores flexibilidades", explicó el secretario.

El complejo panorama para la industria nacional

Aunque el Gobierno presentó la medida como un beneficio para consumidores y empresas, no se abordaron los posibles efectos negativos sobre la industria local, que atraviesa una grave crisis productiva, con una caída superior al 20% en su actividad. En este contexto, el sector podría verse severamente afectado, con consecuencias dramáticas en términos de empleo y un posible agravamiento de la recesión.

A pesar de los beneficios que el Gobierno destaca, la flexibilización de las importaciones genera preocupación en diversos sectores que temen un incremento de la dependencia de productos importados y un debilitamiento de la producción nacional. Los críticos sostienen que la apertura comercial sin restricciones podría desequilibrar aún más la balanza comercial y generar efectos adversos en el empleo, particularmente en sectores clave de la industria.

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