En la tarde del jueves, y tras el aviso de un hombre preocupado porque no se podía contactar con su madre desde hacía unos días, la Policía encontró muerta en su casa de la ciudad de Rufino a Claudia Ximena Varas Carrizo, de 54 años, tendida sobre una cama con varias heridas punzantes. El caso es investigado como presunto femicidio y ya hay un sospechoso detenido, identificado como Sergio Darío D., de 49 años.
El descubrimiento fue hecho luego de que un hombre se presentara en la comisaría tercera de Rufino, ciudad ubicada en el extremo sudoeste de la provincia de Santa Fe, para avisar que no tenía noticias de su madre y temía que algo le hubiera pasado. Así, personal policial, previo aviso a Fiscalía, se dirigió junto a integrantes del cuerpo local de Bomberos Voluntarios hasta el domicilio de la persona desaparecida, en calle San Lorenzo al 300, casi esquina San Juan.
Tras romper un candado que cerraba desde afuera el portón de ingreso, encontraron a Claudia Carrizo en una cama, muerta. El cuerpo, en primera instancia, mostraba varias heridas cortopunzantes en el pecho y lesiones visibles en el rostro.
El médico policial Cristian Lange realizó el examen del cuerpo de la víctima y los policías de investigaciones secuestraron dentro de un cajón una tijera con posibles restos de sangre. En la vivienda, sin embargo, no se observan signos de violencia o desorden. También se incautaron, como posibles elementos de relevancia para la investigación, un mate, una bombilla y cinco colillas de cigarrillos.
El caso quedó a cargo del Mauro Menéndez de Rufino, quien ordenó el traslado del cuerpo a la Morgue Judicial de Venado Tuerto para su correspondiente autopsia
Mediante la información recogida, el fiscal pidió allanar un domicilio de calle Berutti al 300 de Rufino. Allí quedó detenido el sospechoso. Al cabo de la requisa de la vivienda, quedaron secuestrados dos aparatos de telefonía celular. Al morador lo trasladaron hasta el hospital local para extraerle muestras de sangre y orina y realizarle un examen físico completo
En Rufino asesinaron en mayo de 2015 a Chiara Páez, una chica de 14 años, un crimen que dio paso al movimiento Ni Una Menos.
la Justicia probó que fue el novio de la chica, Manuel Mansilla, entonces de 17 años, quien la mató luego de enterarse de que la joven, que cursaba el segundo mes de embarazo, no quería abortar y tendría al bebé. El muchacho fue condenado en principio a 21 años y seis meses de prisión, pero en 2023 un tribunal le redujo la pena a 15 años porque al momento del crimen era menor de edad. Tras eso, la familia de Chiara presentó un recurso para revertir la medida, que fue rechazado.