La idea de instalar mesas con materiales y folletos de salud y gestión menstrual, de salud sexual, reproductiva y no reproductiva, tests de embarazos, métodos anticonceptivos fue una de las actividades organizadas para este año por La Revuelta, la colectiva feminista de Neuquén que tiene la convicción de que es necesario habitar las escuelas para que les adolescentes encuentren en ese espacio un refugio en el cual confiar.
“Una decisión política que tomamos como colectiva", dice Nadia Mamaní. “Porque queremos insistir con la educación sexual integral, porque la defendemos de los fascismos que en estos tiempos la amenazan y la denostan.” Se refiere al espacio que ocuparon en los patios de las escuelas en las que sostuvieron esta propuesta para producir otras escenas para la ESI. Los materiales que seleccionaron y pusieron a disposición generaron diferentes reacciones entre les alumnes, a veces los veían por primera vez, o ya los conocían, o querían profundizar en determinados temas. “Fue una oportunidad para que esa confianza que logramos construir con nuestras presencias sea un espacio que diera alojo a dudas o inquietudes sobre la vivencia de la sexualidad”.
Una forma también de extender los cuidados hacia les adolescentes. Hablaron de anticoncepción de emergencia, de la figura del referente socioafectivo, de que el derecho a abortar es ley y está vigente. “Pensemos que el Plan Enia para prevenir embarazos no intencionales en adolescencias fue desmantelado y cuánto se vulnera el acceso a la información, a los derechos sexuales y reproductivos”, señala Nadia. “Les adolescentes tienen derecho a la información. Estar en las escuelas implica conocer realidades infinitas, romper con prejuicios, alentar a que se acerquen y que puedan acceder a información segura para cuidarse y cuidar”, agrega Vilma, otra de las activistas de La Revuelta.
Disputar sentidos
Con la misma amorosidad política con la que activan en territorio patagónico acompañando a personas que quieren o necesitan abortar, Nadia, Vilma, Azu, Paz y Natalia disputaron los sentidos del presente. Así compartieron saberes sobre educación sexual integral en las escuelas. Algunas estudiantes llegaban a la mesa de materiales de forma más relajada porque las conocían de las marchas y el activismo que desarrollan en Neuquén. Otres les preguntaban si eran de algún centro de salud, y elles aclaraban que eran feministas.
“Les alumnes se acercaban con curiosidad ante la posibilidad de ver en la mesa tampones o una copa menstrual”, cuenta Azu, y a esa curiosidad le seguían las recomendaciones de uso y de cuidado que les brindaban a los grupos de amigas. “Algunas cuestiones se fueron desmitificando”, cuentan. Y entre las preguntas, también aparecían las risas: “¿No te queda adentro la copita?”, “¿Cuánto dura?”, “¿Todos los meses hay que comprar una?”. Un grupo de varones quería preservativos pero ninguno se animaba a decirlo. “Nosotras tratamos de generar el espacio para que se sintieran cómodos hasta que uno de ellos dijo: “Es que corté con mi novia y la extraño un montón y no sé cómo hacer. Ahora somos amigos pero yo quiero ser su novio y me da vergüenza decírselo”. “Ese intercambio fue muy tierno, sus amigos lo estimularon para que hablara de lo que sentía”. Uno de los hits de la mesa de materiales fueron los stickers, como el que decía “El odio mata”, que apareció pegado en carpetas y cuadernos.
Vilma dice que en esta época donde hay acceso a la información en redes y Google, “una cree que les pibis saben todo. Y la realidad es que es un prejuicio, no es tan así”. Una tarde, una adolescente, se sentó al lado de Vilma y después de ofrecerle una manzana, le contó que a veces no iba a la escuela porque su hermano mayor le pegaba. “Llega borracho y me pega. Mi mamá no hace nada y me reta, me dice que no ve la hora de que me embarace y me vaya”. Pero yo voy a estudiar, voy a ir a la universidad”. Ese día Vilma le dio la información del Socorro Violeta (el espacio que la Revuelta tiene para brindar acompañamiento ante violencias machistas) y el número 148, línea de atención gratuita del estado provincial donde llamar por situaciones de violencia. Vilma recuerda que esa tarde salió triste de la escuela pero con la certeza de haber tendido un puente de confianza y escucha.
El impacto que tuvo la presencia de La Revuelta en las escuelas dio impulso para embarcarse en el armado de un conversatorio sobre “Las buenas prácticas de la educación sexual integral en las escuelas secundarias”, que va a comenzar en febrero de 2025. “Cerramos el año muy contentas por todo lo que hemos trabajado y muy deseosas de seguir ampliando los horizontes de la ESI”, concluye Nadia.