Brasil reafirmó este sábado que los países emergentes se niegan a contribuir en la financiación contra el cambio climático, de cara al encuentro del G20 que se realizará en Río de Janeiro el 18 y 19 de noviembre. 

Esta misma cuestión está siendo clave en las negociaciones sobre clima de las Naciones Unidas que se está celebran en Bakú (Azerbaiyán) hasta el 22 de noviembre.

Países europeos desarrollados presionan para que grandes naciones en desarrollo como India, Turquía y Brasil también aporten recursos para enfrentar los problemas ambientales en países de bajos y medios recursos.

El rechazo a esa posibilidad por parte de Brasil y otros países emergentes era uno de los puntos que complicaba las negociaciones este sábado para la declaración final en la COP29.

Entre varios países occidentales ha comenzado a barajarse en Bakú la cifra de 1,3 billones de dólares anuales como lo que se necesita para la transición climática en los países de menores recursos. Lo que se discute es quién va a pagarlo.

Brasil, que tiene este año la presidencia del G20, se opone a que los emergentes participen en el financiamiento climático bajo el argumento de que los desarrollados son los principales responsables históricos por las emisiones contaminantes que causan el calentamiento global.