El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llegó a la Iglesia de la Santa Cruz para rendirles homenaje a los desaparecidos de origen francés. La parroquia es emblemática porque allí Alfredo Astiz, el represor visitado por los diputados que responden a Javier Milei, marcó a las monjas francesas y a las Madres de Plaza de Mayo para ser secuestradas, llevadas a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y arrojadas vivas al mar.