“Nos resulta llamativo que Ritondo, diputado nacional del PRO, tuviera tanto interés por cómo votan los senadores de La Libertad Avanza o que esté preocupado por el déficit fiscal de la Provincia cuando él avaló en el tratamiento del paquete fiscal a nivel nacional a tabacaleras que tienen una deuda de 3 mil millones de dólares con el fisco nacional, así que, me parece que las cosas hay que decirlas de frente, porque el succionismo político a nivel nacional para posicionarse dentro de La Libertad Avanza no tiene límites”.
El mensaje del senador Sergio Vargas de La Libertad Avanza durante la última sesión en el Senado bonaerense sigue dando que hablar. Su bloque fue atacado por el presidente del PRO en la Provincia, Cristian Ritondo, por acompañar el proyecto que modifica el régimen jubilatorio de los trabajadores del Banco Provincia. La iniciativa impulsada por Axel Kicillof que pretende recomponer los derechos de los empleados bancarios obtuvo la media sanción y combate el principal argumento de María Eugenia Vidal: no son jubilaciones de privilegio.
Dentro de la bancada que preside Vargas sostienen que “Cristian está desesperado por ser el próximo presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, pero no va a ocurrir, y por eso quiere ser el primer alumno de LLA”. El primero, pero, para algunos, no el único. “Santilli y un montón de tipos que tienen que renovar el año que viene consideran que tienen que estar en la cabeza de Milei y de Karina para estar en una lista”, afirman desde el espacio a Buenos Aires/12.
Así, la maraña en la cual se encuentra envuelto el PRO bonaerense, que en la Cámara de Diputados ya tuvo una cuantiosa fuga hacia la vereda libertaria, se coló en la votación por el nuevo régimen jubilatorio del BAPRO y la derogación de la multijudicializada norma que impulsó Vidal.
Los dardos amarillos molestaron en el bloque que integran Vargas, Carlos Kikuchi y Silvana Ventura, que terminaron acompañando el proyecto de Kicillof. "Nos parece una falta de respeto total que traten de influir en nosotros, es una pelotudez, somos senadores provinciales que evaluamos todos los proyectos y no vamos a permitir que nos presione nadie", apuntaron en el espacio.
Y no fueron los únicos fuera de Unión por la Patria que aprobaron la derogación de la conflictiva 15.008. Betina Rivas, senadora que responde a Carolina Píparo, la ex candidata a gobernadora de Milei, también alzó su mano a favor de los trabajadores del BAPRO.
La votación que no fue
“El problema para nosotros es que la 15.008 está viciada de inconstitucionalidades y la Suprema Corte, días atrás, se reunió con legisladores y les metió un ultimátum”, explican desde La Libertad Avanza.
Los motivos están anclados en los más de 5 mil amparos presentados por trabajadores y jubilados del BAPRO que, en caso de que la Corte falle a su favor “el Banco tendría un déficit de 375 mil millones de pesos”. “Ese número es hasta 2025, pero si proyectás tres o cuatro años detonás al segundo banco más importante del país”, señala un legislador libertario.
A esto se le suma otro argumento. Se trata del inciso i del artículo 11 de la 15.008 que estipula, como parte de los recursos necesarios para sostener el régimen, a las transferencias del Gobierno nacional en el marco del Programa de Reparación Histórica de Jubilados y Pensionados. “Estos quieren hacerle un daño a Kicillof y, la realidad, es que esa ley se dio cuando estaban Vidal en Provincia y Macri en Nación que podía responder por ella, y acá el costo lo pagaría Milei si el Banco no puede afrontar la Caja”, sostienen desde LLA.
Para el PRO, toda esta descripción no tiene peso y la conclusión, según palabras de Ritondo, fue una sola: “Los nuevos aliados de Kicillof” y “los traidores del cambio”. Así, un sector del macrismo le señala al bloque libertario donde está, entre otros, Carlos Kikuchi, uno de los principales armadores del partido de Milei en la provincia de Buenos Aires, cómo debe actuar La Libertad Avanza y cuál es el camino elegido por el presidente de la Nación.
Estas acusaciones llegaron antes de la sesión. En su cuenta de X, el titular del PRO en la Provincia ahondó en el tema y afirmó que Kicillof “con la ayuda de algunos senadores bonaerenses que entraron defendiendo el cambio desde La Libertad Avanza, quiere dar marcha atrás con esta medida y devolverle los privilegios a unos pocos”, en relación al reemplazo de la 15.008.
La actitud del ex ministro de Seguridad bonaerense, que entre sus pergaminos de gestión frente al narcotráfico tiene la pérdida de más de 500 kilos de marihuana porque, según la Policía bonaerense, “se la comieron las ratas”, cayó pésimo en el bloque presidido por Vargas.
“Ellos tenían la postura de dar quórum siempre, pero pensaban votar con abstenciones, bajando el número de acompañamiento y llevando al empate”, relata un senador de cuantioso pasado en las negociaciones legislativas.
Según le explica a este diario, uno de los 46 senadores que estaban en el recinto, iba a haber dos abstenciones, por lo que lo que se iban a contabilizar 44 bancas. UxP cuenta con 21 senadores, pero hubo 25 votos afirmativos, ya que contó con las tres manos del bloque de Vargas y la de la senadora piparista.
Este mismo legislador, detalla que LLA tenía pensado abstenerse en los casos de Kikuchi y Vargas y darle libertad a Ventura de votar positivo. Esto le permitía a UxP arribar a 22 votos afirmativos.
De la vereda de enfrente, estaban los 9 del PRO, los 8 de la UCR + Cambio Federal y los 4 de La Libertad Avanza 1. Este último espacio es el que integran Joaquín De la Torre, Florencia Arietto, Carlos Curestis y Daniela Reich. A excepción de Curestis, los otros tres pertenecieron en algún momento al PRO. Así, volviendo a las cuentas, la suma de los tres bloques también da 21.
¿Perdían? No, porque el cálculo contemplaba el apoyo de Rivas, legisladora del monobloque de Píparo, recientemente reincorporada al mileísmo a nivel nacional. De esa manera, sería Verónica Magario, presidenta del Senado, quien tenía que desempatar.
Pero todo cambió. El voto de Rivas era algo que no se vio venir en los días previos. Según pudo averiguar este medio, existe una intención que tiene Píparo de reconciliar su relación con el Banco Provincia, pero la expectativa a último momento era que se abstenga.
Aún trabajadora de la entidad, Píparo era diputada cuando acompañó el proyecto de Vidal contra sus propios compañeros, lo que le valió el titulo de “persona no grata” en el BAPRO. Hoy, cuentan desde La Bancaria, querría modificar la imagen que se tiene de ella y mandó a su senadora a votar el proyecto de Sergio Palazzo, titular del sindicato.
Ahí se torció la ecuación, que, luego de los dichos de Ritondo, terminó de volcar a Kikuchi y Vargas a legitimar el proyecto de Kicillof, algo que este medio no pudo confirmar con el propio bloque.
Más allá de todo este ruido, hubo un planteo inicial del PRO que tampoco tuvo vuelo. El presidente del bloque, Alejandro Rabinovich, planteó que no debía tratarse el proyecto por no contar con el despacho de todas las comisiones pertinentes, lo que ameritaba la habilitación de los dos tercios del recinto para ser discutido sobre tablas y no con una la mayoría simple.
La moción fue rechazada por el oficialismo y por LLA, y recurrieron a un antecendente de 2017 para justificar la interpretación del reglamento. En diciembre de aquel año, cuando el PRO y la UCR eran oficialismo, también convocaron a una sesión especial y el tratamiento del tema del día se convalidó con una mayoría simple.
Acá no hay privilegios
La norma que militó la ex gobernadora les quitó a los empleados del Banco Provincia, entre otras cosas, la posibilidad de jubilarse con un cálculo equivalente al 82 por ciento del promedio de los haberes de los últimos diez años y se lo rebajó al 70. También trasladó el mismo recorte a las pensiones, pasando del 75 al 70 por ciento de la jubilación en cuestión. Además, llevó la edad jubilatoria a los 65 años.
Pero, como si fuera poco, incorporó medidas que la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires tildó de inconstitucionales. Entre ellas, el anclaje de la movilidad jubilatoria. Vidal definió que ese ajuste se diera a partir de la legislación nacional y los valores determinados por la ANSES, dejando a una caja bonaerense desacoplada de los aumentos salariales dentro del BAPRO.
Todas estas decisiones, celebradas recientemente en sus redes sociales por la ex gobernadora que no pudo reelegir en 2019 y optó en 2021 por representar a la Capital Federal, mantuvieron un correlato con el sello de “privilegio” con el que se quiere estigmatizar a los jubilados del Banco. Así lo remarcó la voz cantante del vidalismo, si es que existe, dentro de la Cámara. Fue Alex Campbell quien, curiosamente, acusó de “comunista” a Kicillof, de “privilegiados” a los jubilados y enalteció el “enorme esfuerzo” del presidente, Javier Milei.
No hizo falta que Unión por la Patria desarticulara este argumento. Marcelo Daletto, hoy senador del bloque UCR + Cambio Federal, ex PRO y hombre de Emilio Monzó, aclaró que nunca se puede considerar como privilegiado a un jubilado en Argentina.
Desde la bancada libertaria que votó a favor, también sostienen que “no hay ninguna jubilación de privilegio en el Banco Provincia”. Señalan que hay un aporte mayor de los empleados en actividad, que con la nueva norma asciende al 16 por ciento de su haber. A su vez, los ingresantes aportarán un 19 por ciento. “Es claro que es mejor que la promedio, pero no se hacen millonarios”, apuntan.
“No es la jubilación de diplomáticos o jueces de Comodoro Py”, remarca. Y asegura que el déficit del BAPRO no va a aumentar. En este punto es donde gran parte de la oposición no comulga y, según los números que expusieron, desde la vigencia de la norma vidalista el déficit de la Caja se redujo cerca de un 50 por ciento.
Lo que queda claro es que hay una cuestión estructural que imposibilita sostener netamente la Caja con los aportes, porque hay poco más de 10 mil empleados y casi 15 mil jubilados.
Respecto al monto de las jubilaciones, según pudo constatar este medio con representantes de la Asociación Bancaria en la provincia de Buenos Aires, los haberes que recibe un jubilado del Banco Provincia, en promedio, no supera el millón y medio de pesos.
Son 14.800, aproximadamente, cuyas retribuciones varían según las condiciones en las que se hayan jubilado a lo largo de los años, pero el valor medio no resulta visiblemente elevado o, al menos, no es un número que esté muy por encima del estimado para cumplir con todos sus derechos. Tomando como referencia el último informe de la Defensoría de la Tercera Edad, la canasta básica de un jubilado está levemente por arriba de los 900 mil pesos.
En este sentido, según los datos del Instituto Previsión Social (IPS), que nuclea a 360 mil bonaerenses que fueron empleados públicos bajo la Ley 10.430, los docentes, trabajadores de salud y la Policía, el haber promedio de un jubilado oscila los 950 mil pesos. Efectivamente, la gran diferencia está con el sistema previsional nacional donde, con bono incluido, un jubilado apenas supera los 300 mil pesos.
Por ende, es real que cobran más, pero también es fáctico que, a lo largo de sus 35 años de servicio, aportan un porcentaje mayor a su Caja de lo que hacen los que dependen del IPS. A su vez, también destinan cada primer aumento a la Caja. ¿Cómo? Sucede que, cuando un empleado del Banco Provincia percibe un incremento salarial, la primera vez que debería acreditarse va íntegramente a la Caja. Y otra cosa más: los jubilados también aportan un 12 por ciento de lo que cobran.
“Así que, si sacás la cuenta, con las 15.008 de Vidal algunos terminaban cobrando cerca del 60 por ciento del promedio de sus últimos diez años de trabajo, porque era el 70 menos lo que aportan siendo jubilados”, subrayan desde La Bancaria.
La actitud de Vidal para los jubilados, hoy bajo el escudo de los privilegios, no suele mostrar empatía. En mayo de este año, propuso abonarle un aumento del 8 por ciento a los jubilados nacionales en doce cuotas. Además, si uno toma en cuenta su gestión al frente de la provincia, los docentes perdieron cerca de un 30 por ciento del poder adquisitivo durante sus cuatro años de gestión, algo que también impacta en el sistema previsional porque se ajusta por las mismas paritarias.
Así, tanto Vidal como Santilli, otro actor mencionado en esta nota, pasaron de una militancia bajo el ala paloma de Horacio Rodríguez Larreta a una con plumas de halcón. Ambos, deben renovar sus bancas en 2025, con un PRO que atraviesa múltiples fracturas y una inconsistencia para identificar qué electorado representar luego de que el antikirchnerismo ortodoxo hoy comulga con Milei.