Un proyecto ingresado al Concejo busca reducir a la mitad el área de protección para la instalación de nuevos supermercados y almacenes de grande y mediana superficie. Pero la iniciativa comenzó a generar ruido entre los almaceneros y supermercadistas, que cuestionan la falta de consulta a los sectores afectados por la normativa. Desde la Unión de Almaceneros de Rosario recordaron que son los promotores de la normativa vigente, aprobada en 2011. “Esto puede generar que vengan algunos grandes comercios y se pongan a menor distancia de lo que busca la ordenanza, haciendo flaquear aún más a los negocios establecidos desde hace años”, apuntó Juan Milito. En tanto, los supermercadistas sostienen que los tomó “por sorpresa” el proyecto. “Lo lógico sería que se respeten las normas, no es algo que no esté legislado”, evaluó Sergio Cassinerio, presidente de la Cámara de Supermercados de Rosario (Casar).

La propuesta fue presentada por el concejal Hernán Calatayud, del bloque Volver a Rosario, y ya forma parte de la agenda en comisiones. El expediente busca actualizar la ordenanza 8869 aprobada en 2011, que fija un “radio de protección” de 400 metros a la hora de instalar nuevos establecimientos comerciales que tengan una superficie de entre 100 y 500 metros cuadrados. El nuevo proyecto busca reducir esa distancia a la mitad (200 metros), mientras que para aquellos comercios que ocupen entre 500 y 1200 metros cuadrados, se plantea una distancia mínima de 300 metros. Según explicó el concejal, la modificación busca “simplificar el marco regulatorio, eliminando complejidades que dificultaban la implementación y el control” y aseguró que beneficiará tanto a consumidores como a comerciantes locales, impulsando el desarrollo de locales que mejoren la oferta en distintos barrios de la ciudad.

En declaraciones a Rosario/12, Calatayud adelantó que planean reunirse esta semana con representantes de supermercadistas y almaceneros, para tratar de construir consensos en función del debate parlamentario. “Siempre que se plantean modificaciones es probable que haya sectores que se incomoden. Pero los cambios no hay que verlos como algo para dañar, sino para construir y modernizar”, explicó. “La idea es simplificar y modernizar. Las ordenanzas ya no pueden ser rígidas porque el mundo es cambiante a las nuevas generaciones”, remarcó.

En ese sentido, el concejal planteó que es un debate a dar en la ciudad, porque las circunstancias cambiaron: “Queremos que esto genere barrialidad. Estamos hablando de focalizar en autoservicios de 500 metros cuadrados sobre todas las cosas. Eso son 15 o 20 personas en movimiento por el trabajo que se genera alrededor de ese espacio de ventas. El mercado de los alimentos es el sector con mayor dinamismo y tenemos que planificar y pensar en ese sentido. Es abrir el debate”

Sin embargo, entre los almaceneros la iniciativa no cayó de todo bien: el sector fue uno de los promotores de la ordenanza que ahora se busca modificar. “Nos parece que está mal que no nos hayan consultado a nosotros, que somos los mentores de esta ordenanza, que nos costó mucho trabajo. Es una norma que tiene un criterio claro y conciso en defensa del negocio rosarino y sobre todo de los pequeños y medianos comerciantes, los que somos negocios de proximidad”, evaluó Milito, en diálogo con Rosario/12. “Fue una discusión muy profunda la que dimos en 2011 y yo pensé que ya era un asunto terminado”, añadió.

En ese marco, el representante de los almaceneros sostuvo que se busca “poner en tela de juicio” aquella ordenanza y adelantó que esperan poder concretar una reunión con Calatayud para tener más detalles del proyecto. “Esto puede generar que vengan algunos grandes comercios y se pongan a menor distancia de lo que busca la ordenanza, haciendo flaquear aún más a los negocios establecidos desde hace años”, expresó y agregó: “Hoy el problema que tiene la gente es que no puede consumir porque no llega al día 20 de cada mes, no la falta de oferta. Los comercios hoy estamos sobrando y si encima quieren poner más comercios, más daño va a hacer”.

Al respecto, Milito remarcó que los almacenes, supermercados y comercios están atravesando “una profunda crisis” por la caída sostenida en el nivel de ventas, desde diciembre a la fecha. “A eso se le suma un aumento de energía eléctrica de un 350% que ya venimos soportando y que este verano va a ser casi impagable. Lo mismo con los altos alquileres, sobre todo las renovaciones, donde se han liberado los precios completamente y se puede aumentar mes a mes. Con estos problemas, nos parece un despropósito lo que se quiere legislar”, cuestionó.

En tanto, en el rubro de los supermercadistas se mostraron sorprendidos por el proyecto y señalaron que buscan tener más detalles para plantear una posición oficial en el sector. “Al momento no vimos nada del proyecto y nunca se nos planteó nada como para saber si es viable o no. Nos toma más por sorpresa que otra cosa. De alguna manera nos estamos desayunando con esto”, expresó Cassinerio a Rosario/12. Y agregó: “Lo lógico sería que se respeten las normas, no es algo que no esté legislado. Pero por el momento es difícil discutir algo de lo que no conocemos su alcance ni lo que se quiere lograr con esto”.

No obstante, el dirigente consideró que, habiendo una norma, es necesario cumplirla. “La idea es que la normativa no se corra según la necesidad de cada uno, sino para qué está la norma”, sostuvo. “A priori, con esas distancias nunca vas a estar a menos de 300 metros de otro comercio. Achicarlo no tiene mucho sentido. Pensar en algo así puede impactar tanto en los supermercados como en los almacenes. En la semana nos juntaremos para informarnos y saber de qué se trata. Todavía no tuvimos una convocatoria”, advirtió.