La “Mesa ecuménica”, que se viene congregando cada martes frente al ex Ministerio de Desarrollo Social, en Lima y Moreno (CABA), lo hará esta semana bajo el lema “el pan de la cultura”. El sacerdote católico Ignacio Blanco (Curas en las opción por las y los pobres, diócesis de Quilmes) dijo al respecto que “somos creyentes y no creyentes unidos en la lucha por la dignidad humana que el gobierno de Milei decidió pisotear” y, por ello, “el martes a las 15:30 horas pondremos de relieve el ‘pan de la cultura’ que nos quieren arrebatar, porque la cultura está en peligro con estas políticas de ajuste depredador”. El diálogo con Página/12 el cura confirmó que “nos acompañará Teresa Parodi y su voz y su lucha por un país y un mundo más justo se sumará a nuestra oración semanal”.
Lili Isaguirre expresó que "como trabajadora de la cultura, docente y cantante del colectivo GLT (Grupo La Tranquera) creo que estamos frente a una dolorosa realidad que necesariamente nos interpela a ser visibilizada, marcando ante ella, nuestra posición. Y enfatizó que “esta realidad de nuestro país es réplica de otras situaciones vividas en nuestra América latina” motivo por el cual “necesitamos seguir acompañando el dolor de quienes se están quedando desamparados, sin políticas de contención alguna”. Recordó que “cada martes se gesta un momento de oración, música, emoción, abrazos y por supuesto de esperanzas”.
El pastor Gerardo Oberman, de la Pastoral Social Evangélica (PSE), denunció a Página/12 que “el avance de la gran alianza fundamentalista en el mundo, que aglutina a los sectores más extremos de la derecha política con expresiones religiosas ultraconservadoras afines y con una teología meritocrática vacía de toda gracia, ha hecho nido en nuestro país”.
Agregó que “desde diciembre pasado, las decisiones que se han tomado desde ese nido solo han lastimado y golpeado a los sectores más frágiles de nuestra sociedad, quitándole incluso el pan a quienes más necesitan”. Por ese motivo, subrayó el pastor, “desde diversos espacios de fe nos negamos a ser ‘las iglesias que callan’, como bien lo supo señalar León Gieco en su canción ‘La memoria’". Y en directa respuesta a una afirmación del ministro Federico Sturzenegger sostuvo que “donde hay necesidad no debe haber un mercado sino amor, misericordia, cuidado y contención”.
El martes anterior Evangelina Martínez, Secretaria Adjunta de la Junta Interna de ATE SENAF, denunció ante los participantes de la Mesa “la angustiante situación que no solo vivimos las trabajadoras y trabajadores estatales, perseguidos violentados y cesanteados, sino también el estado de situación de los sectores sociales más vulnerados ante el vaciamiento de políticas públicas por parte de la administración de Milei, que los condena a la irreparable pérdida de derechos, profundizando aún más las desigualdades sociales”. Y frente al discurso que apunta a la desaparición del Estado, sostuvo que “por el contrario necesitamos más y mejor Estado, más y mejores intervenciones en territorio, más control para frenar el saqueo de la Patria toda”. Para ello, sostuvo la dirigente, “debemos transformar el miedo en organización, la angustia en lucha y la bronca en victoria”.
La “Mesa ecuménica” está integrada por la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), Comisión Argentina para Refugiados y Migrantes (CAREF), Pastoral Social Evangélica (PSE), Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), Curas Villeros, Curas en Opción por las y los Pobres (COPP), Fundación Hora de Obrar y la Red Nacional de Mujeres Argentinas Construyendo Comunidad.
El pastor Leonardo Schindler, presidente de la FAIE, que ha sido un permanente animador de cada uno de los encuentros de la Mesa, denunció que “hoy en nuestro país, el mundo del trabajo se encuentra sacudido y maltratado por la realidad del pecado”. Porque “cuando se obliga a que las personas tengan que trabajar en condiciones de absoluta precariedad, dejándose explotar o explotándose a sí mismas; cuando los derechos laborales son presentados como un privilegio y quienes luchan por ellos como privilegiados y privilegiadas; cuando se despide a trabajadores y trabajadoras con el pretexto de ahorrar los recursos que después despilfarran en pagar los intereses de una deuda externa que es ilegítima porque fue contraída para fuga de capitales; cuando se cierran programas sociales y se despide a sus trabajadores y trabajadoras, cuando todo esto ocurre es porque las fuerzas del pecado, la ambición y la perversidad están actuando. No tengamos dudas de ello”, subrayó.
Y continuó diciendo que “eliminan puestos de trabajo porque quieren eliminar la justicia social, quieren eliminar los derechos sociales porque eso no afecta a los verdaderos privilegiados que es la casta a quienes ellos defienden”. “El pecado los domina y por ello maltratan a quienes trabajan”, concluyó Schindler antes de volver a convocar desde la “Mesa ecuménica” a insistir para que se “anteponga la justicia y el derecho por sobre el pecado y la maldad, para que el trabajo sea una fuente de sustento, dignidad y derechos”.