Luego de militarizar toda la zona de Don Torcuato en la que está radicada la planta de fabricación de billetes de la ex Ciccone Calcográfica (actualmente de Casa de Moneda), el gobierno ejecutó "el cierre definitivo" de la misma y "puso en marcha el operativo para el retiro de la maquinaria, el cierre de las oficinas y se notificó la decisión a la dotación del personal afectada", según informó el ministro Luis Caputo a través de su cuenta de la red social X.
Manuel Adorni, vocero presidencial, informó a su vez que el Estado Nacional "ya no fabricará más billetes: los argentinos se van a ahorrar 5.040 millones de pesos anuales". Esta es la cuenta que hace el gobierno señalando que es la diferencia que se ahorraría por encargar la emisión de los mismos en el exterior en vez de producirlos en el país. Así ocurrió ya con la emisión de los billetes de 20.000 pesos, puesto en circulación recientemente.
En cuanto a los empleados de la empresa, Caputo dijo que las 270 personas que cumplían funciones en la planta "serán dispensadas hasta determinar las políticas a seguir". Esto supone que una parte será despedida y otra podría ser reasignada a otras tareas, ya que el informado traslado de las máquinas se haría hacia otras sedes de Casa de Moneda. Una de ellas es el edificio central de Retiro, base de as autoridades de la firma y donde también se cumplen tareas de impresión.
Si bien la información oficial subraya que la empresa "definitivamente no fabricará más billetes", se estima probable que continúe la impresión de patentes y alguna otra documentación sensible.
Una parte del personal ya no estaba físicamente desempeñándose en la planta porque había sido forzado a tomar vacaciones adelantadas. La Federación Gráfica Bonaerense ya había anticipado, semanas atrás, las maniobras de vaciamiento que se advertían, demorando primero el acceso a las divisas necesarias para la importación de insumos (tintas, principalmente) y, más recientemente, con la exclusión de Casa de Moneda en las última licitaciones de impresión de billetes.
"Podríamos haber competido con precios para poder acceder al menos a una parte de las impresiones que se iban a encargar", señaló una fuente del personal, "pero el Banco Central decidió hacer una subasta privada en vez de pública, en la que sólo participan las empresas invitadas". Este procedimiento, indicó la misma fuente, incumple las obligaciones de la autoridad monetaria porque no existía impedimento para llamar a una licitación pública.
Por otra parte, se informó que la Agencia de Administración de Bienes del Estado "dispondrá del inmueble para la subasta y posterior venta".
Sobre la maquinaria con la que contaba la ex planta de Ciccone, Caputo detalló que "a partir del proceso de cierre, la maquinaria necesaria para la producción de chapa patente se instalará en los depósitos de Retiro, y se iniciará el proceso de retiro de tres máquinas de calcografía para la producción de pasaportes".