Este lunes el Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria del Aceite (SOEIA) alertó sobre las maniobras de la empresa Dorada S.A para intentar cerrar la planta ubicada en Llavallol, Lomas de Zamora. Mediante una presentación en el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, el gremio solicitó que se garanticen las fuentes de empleo debido a que en los últimos días la firma abrió retiros voluntarios afectando el funcionamiento habitual de la industria.
Además, denunciaron que la conducción de la firma dejó de comprar insumos, realiza un inventario para trasladar la maquinaria y retiró mercadería del establecimiento argumentando que la margarina se elaborará en la fábrica Córdoba, donde “ya se estaría produciendo el producto”.
“En muchos casos se trata de puestos que resultan críticos para el mantenimiento de la producción y para cuidar la salud de los trabajadores: está operando sin responsable del Área de Seguridad e Higiene. Los hacemos cargo (a los dueños) de cualquier accidente que ocurra”, advirtieron desde SOEIA.
La fábrica funciona en esa localidad bonaerense desde 1939 cuando un inmigrante danés desarrolló allí la primera planta Flora Dánica, cuyo nombre está inspirado en una marca de porcelana del país escandinavo. Tenía una única obsesión: producir margarina de origen vegetal igual que en Dinamarca porque la local era, según él, de baja calidad. Pero el lanzamiento del producto estrella no ocurrió hasta 1963 cuando Dánica Dorada entró al mercado. Muy lejos de aquel sueño, la actualidad es incertidumbre para los 150 trabajadores que esperan conservar el sustento diario.
En diferentes asambleas, delegados y trabajadores manifestaron que van a hacer “todo lo necesario para evitar la pérdida de los puestos de trabajo y garantizar la continuidad de la producción, en una planta que es central para la economía de la ciudad donde produce”.
En 2011 la familia de Christian Boll, el inmigrante danés, vendió la empresa al grupo brasileño BRF y, en 2018, pasó a manos del Grupo Beltrán, una firma cordobesa dedicada a la industria láctea y frigorífica, a través de AVEX Sociedad Anónima. En 2023 había intentado el cierre de la planta ubicada en Villa Mercedes, San Luis, pero a comienzo de este año se logró la reapertura. El objetivo también era trasladar la producción a Córdoba.
La sede de Lavallol conoce esta historia. Pasó por otros intentos de cierre. Fue en abril de 2020, plena pandemia, cuando la empresa comunicó que no podía cumplir con las pautas salariales: “El cierre de la planta, que impacta en la comunidad en un contexto agravado por la recesión económica y por la emergencia de COVID-19, tiene su origen en un desmedido reclamo salarial de los gremios de Federación Aceitera”. Luego de la intervención de los gobiernos municipal, provincial y nacional, al poco tiempo volvió a levantar sus persianas.
Sin embargo, en octubre de ese mismo año los trabajadores volvieron al acampe y movilización. Otra vez quedaban sin trabajo. Había un candado y un cartel: la planta cerraba por tiempo indeterminado. Dos semanas después, la compañía acató la conciliación obligatoria y los empleados recuperaron sus puestos de trabajo. Pasaron poco más de cuatro años y los trabajadores vuelven a sufrir la maniobra.