El abogado de Esmeralda Mitre, Daniel Llermanos, explicó por la 750 los detalles de la causa en la que se disputa la propiedad del diario La Nación tras la muerte del histórico dueño y padre de la artista Bartolomé Mitre y ante el reclamo de la familia Saguier de las acciones del medio.
Entrevistado por Víctor Hugo Morales, el abogado explicó que todo comenzó en el año 2020, con el fallecimiento de Mitre y la apertura de la sucesión de bienes, al notar que, presuntamente, habría vendido el 25 por ciento del paquete accionario que pertenecía a la familia.
“La primera noticia que recibió Esmeralda es que su papá, mucho tiempo antes, habría vendido una parte sustancial del paquete accionario, el 25 por ciento que él tenía, más otros puntos sueltos”, relató Llermanos.
Y añadió: “A Esmeralda le llamó mucho la atención, porque ella era la que tenía la relación más estrecha. Estaba convencida de que él le habría contado sobre esa decisión”.
Al tomar la causa, Lleramos explicó que, junto a Mitre, hicieron muchísimas presentaciones judiciales: “Una de las pocas resoluciones claramente favorables la dictó el doctor Ricardo Nissen, que estaba en la Inspección General de Justicia, diciendo que las transacciones eran inválidas”.
A pesar de eso, sostuvo el abogado, “los magistrados siguieron dándole la razón a los Saguier”. “A nuestro juicio, esto es injustificado. Porque no solo no le daban la razón a Esmeralda, sino que las causas se cerraban antes de llegar a la Mesa de Entrada”, sostuvo sobre la causa en la que chocan con la poderosa familia.
“Insistimos hasta que, hace cuatro meses, encontramos un perito que, sin haber sido designado por la justicia, realizó una pericia sobre firmas y determinó que las firmas eran falsas”, sostuvo sobre la venta de las acciones.
Tras lo que afirmó: “A pesar de tener ese material, la justicia prácticamente no abrió la investigación. Hasta que encontramos pruebas de que él no estuvo en Nueva York en las fechas que dicen los documentos, y una persona manifestó que las firmas que se le atribuyen no son reales”.