Con pedidos de pena de entre 20 y 10 años de prisión, este viernes comienza el juicio por explotación sexual de Mónica Aquino, la madre de cuatro hijos que está desaparecida hace más de un año, en la ciudad de Santa Fe. En el banquillo de acusados estarán sentados su expareja, para quien Fiscalía solicitó la pena más alta, ya que también se le atribuyen hechos de violencia de género; el hermano de éste y la madre de ambos. “Los tres actuaron de esa manera durante seis años, obligando a Mónica a  intercambiar sexo por dinero de forma regular y en conocimiento de la situación de extrema vulnerabilidad de la mujer”, se indicó desde Fiscalía sobre el delito de explotación sexual que será juzgado. En tanto, la búsqueda continúa y la hipótesis de la Fiscalía sigue siendo la del femicidio. 

La Unidad Fiscal de Violencias de Género, Familiar y Sexual llevará a los tres acusados a juicio por el delito de promoción y explotación sexual de la víctima de 29 años, que fue evidenciado durante la investigación por la búsqueda de paradero de la mujer que vivía en barrio Varadero Sorsotti de la ciudad capital y está desaparecida desde el 5 de mayo de 2023.

El debate estará a cargo del tribuna integrado por Rosana Carrara, Susana Luna y Leandro Lazzarini; mientras que la acusación tendrá representación de los fiscales Jorgelina Moser Ferro y Matías Broggi.

Cuando presentó la acusación, el año pasado, Fiscalía sostuvo que el debate oral es el relación al delito de explotación sexual que sufría Mónica por parte de las tres personas: su expareja, Hugo P., de 31 años; su hermano, de 32, excuñado de la mujer; y la madre de ambos, de 51 años, exsuegra de Aquino. “De la investigación se desprende que la mujer fue obligada a intercambiar sexo por dinero con personas indeterminadas entre 2017 y mayo de 2023 en las intersecciones de las calles San Lorenzo y Amenábar y Moreno y Urquiza”, planteó la fiscal Alejandra Ríos Ayala, en su momento. 

Además, “su expareja –y padre de tres de los cuatro hijos de la mujer– elegía las paradas, la trasladaba a esos dos lugares, controlaba sus movimientos, le impedía vincularse con su familia de origen, la golpeaba constantemente y la amenazaba con matarlas a ella y a su madre”, remarcó. “Junto con su madre y su hermano, se apoderaba del dinero que resultaba de la actividad sexual que ella era obligada a ejercer”.

Sumado a los delitos vinculados a la explotación sexual, la Fiscalía le atribuyó a la expareja de la mujer unas lesiones que le produjo en el brazo con una cuchilla el 20 de abril de 2023 en la casa que compartían.