Miles de agricultores en el Reino Unido se manifestaron contra las nuevas políticas fiscales implementadas por el gobierno. Las medidas, que van desde un aumento de impuestos hasta la eliminación de subsidios clave, desataron una ola de descontento entre los trabajadores del campo, quienes temen que estas reformas puedan poner en peligro la supervivencia de las explotaciones familiares.
La medida fiscal en el Reino Unido que motivó la protesta tiene que ver, en primera instancia, con un nuevo impuesto de sucesiones que afectará a las propiedades agrícolas valoradas en más de un millón de libras esterlinas. Este cambio, propuesto por el gobierno laborista, implica un impuesto del 20% sobre el valor de las propiedades que superen ese umbral, lo cual pone en peligro la supervivencia de muchas explotaciones familiares en el país.
Los agricultores, en su mayoría propietarios de pequeñas y medianas explotaciones, temen que esta medida obligue a sus familias a vender las tierras o incluso a cerrar sus negocios debido a la carga fiscal adicional. El sector agrícola, representado por la National Farmers Union (NFU), argumentó que este impuesto beneficiaría principalmente a las grandes corporaciones y dejaría a los pequeños productores en una situación aún más precaria.
La protesta en Londres, con la participación de cerca de 10.000 agricultores, fue una manifestación contundente contra este tipo de políticas fiscales, que los trabajadores del campo consideran como una amenaza a la sostenibilidad de sus negocios y su modo de vida.
El presidente de la NFU, Tom Bradshaw, destacó la gravedad de la situación al señalar que este tipo de reformas podrían empujar al sector agrícola hacia un colapso. Aunque el gobierno asegura que solo el 27% de las explotaciones agrícolas se verán afectadas por el nuevo impuesto, los agricultores estimaron que la cifra real podría ser mucho mayor, afectando a un 75% de los negocios familiares, lo que exacerbaría aún más la crisis en el sector.
Alemania, en el mismo camino
Este malestar en el Reino Unido recuerda a las recientes protestas en Alemania, donde los agricultores también se manifestaron contra las políticas fiscales del gobierno de coalición, especialmente por la eliminación de subsidios clave como el diésel agrícola y la exención de los vehículos agrícolas del impuesto de circulación.
En Berlín, miles de agricultores se unieron en una protesta convocada por la Asociación de Agricultores, que criticó estas medidas por su potencial para generar una carga adicional de mil millones de euros al año sobre el sector. Aunque el ministro de Agricultura alemán, Cem Özdemir, apoyó las protestas y mostró su desacuerdo con los recortes fiscales, el gobierno justificó estas medidas como parte de un esfuerzo por reducir el déficit fiscal, a pesar de que muchos consideran que estas decisiones ponen en peligro la viabilidad de la agricultura a pequeña escala y, a largo plazo, la seguridad alimentaria.
Ambas movilizaciones, tanto en el Reino Unido como en Alemania, muestran un creciente descontento entre los agricultores de Europa ante políticas fiscales que consideran insostenibles.