El dirigente proveniente de las escuelas judías, Mauro Berenstein, se impuso en una reñida elección al asesor económico (no se sabe si ex o actual) de Javier Milei, Darío Epstein. De esa manera, Berenstein será presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), que nuclea a los clubes, colegios, sinagogas y organizaciones sociales y religiosas de la comunidad judía. Según consignaron los dos medios comunitarios más conocidos, Agencia Judía de Noticias (AJN) y Vis a Vis, Berenstein consiguió 85 votos frente a los 75 de Epstein. La elección fue inédita por dos razones: primero, no hubo nunca hasta ahora un candidato tan cercano a un presidente (en este caso Milei) y, segundo, la elección pintaba pareja e incierta. De hecho, este mismo martes, a horas del comicio, Epstein publicó dos fotos con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en una reunión en la que, supuestamente, hablaron de la seguridad de las instituciones comunitarias. O sea, se plantó como si ya hubiera sido elegido y quiso exhibir su alineamiento con la Casa Rosada.

La elección del titular de la DAIA viene siendo controvertida desde hace meses. Se buscó una lista de unidad, pero Epstein -que tiene poco recorrido dentro de la comunidad judía- no aceptó ningún acuerdo y las cosas derivaron en una confrontación no sólo pareja, sino también áspera. Como viene ocurriendo desde hace años, la conducción de la DAIA siempre mantuvo una línea conservadora y fue prácticamente el único agrupamiento de una comunidad judía en el mundo que se lanzó a denunciar a una presidenta, en este caso Cristina Fernández de Kirchner. La DAIA fue querellante y acusó a CFK y al primer canciller judío de la historia argentina, Héctor Timerman, de un delito gravísimo, traición a la patria, en la causa por el Memorándum de Entendimiento con Irán. 

La imputación fue tan grotesca que los propios jueces terminaron por desecharla, manteniendo otros cargos. El alineamiento con Mauricio Macri y con el PRO fue ostensible y en la elección de este martes había referentes del macrismo apoyando a una y otra lista. También los sectores religiosos más ortodoxos se dividieron en ambas listas. En ese marco, la nómina de Berenstein -quien fue titular de la escuela Bialik de Devoto- fue más nítida al plantearse como apartidaria, aunque todo indica que seguirá las orientaciones del oficialismo saliente, presidido por Jorge Knoblovits. Epstein no sólo aparecía más del lado de Milei sino que se sacó fotos con Sandra Pettovello y Bullrich, auto adjudicándose un cargo que no tenía y que al final no obtuvo, además de un alineamiento a cielo abierto.

Un episodio de los últimos días pinta los niveles de confrontación. La lista de Epstein sacó a relucir una especie de exigencia de que renuncie a la lista de Berenstein un antiguo dirigente comunitario, Ricardo Furman, con el argumento de que su hijo -un joven mayor de 30 años- revista en una agrupación llamada Judios por Palestina, que condena los bombardeos indiscriminados y exhibe posiciones muy duras respecto del gobierno y el estado de Israel. El ministro porteño, Waldo Wolf, tuvo que salir en su defensa con una carta abierta en la que repudia una especie de carpetazo contra un dirigente por una postura de su hijo mayor de edad. Reclamó que se le pida perdón. 

Berenstein será presidente de la DAIA por el próximo período: tres años que pintan muy calientes. Tema central es la masacre perpetrada por Hamas el 7 de octubre de 2023, los rehenes que aún se mantienen cautivos, los brutales bombardeos del gobierno israelí, con miles de víctimas civiles, en Gaza y El Líbano y una creciente ola de antisemitismo en el mundo. En la Argentina, volverá la causa por el Memorándum, debido a que la Casación ordenó que se haga un juicio y, por supuesto, siempre será tema prioritario la investigación por los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA, sin esclarecimiento a más de tres décadas de los dos ataques.