Murió ayer en Dinamarca un hombre que llevaba en su cuerpo la historia viva de las luchas populares. A los 87 años, murió Juan "El Chancho" Lucero. Fue referente de la Resistencia Peronista y del Peronismo Revolucionario. Como diputado provincial, en 1973, presidió la Comisión Bicameral para investigar la desaparición de Ángel "Tacuarita" Brandazza. Estuvo preso en cada una de las dictaduras a partir de la Fusiladora de 1955 y, en 1981, partió hacia el exilio.

Nacido en 1937, en Villa Mugueta, "El Chancho" llegó a vivir a Rosario siendo un niño. Tenía 18 años cuando participó en el levantamiento del 9 de junio de 1956, el del general Valle. Estuvo en una lista de 21 personas a punto de ser fusiladas, y si bien se salvó del pelotón, le hicieron un juicio sumarísimo. Fue la primera vez que conoció la cárcel por motivos políticos. Al salir, le tocó el servicio militar.

En 1968 volvió a ser detenido, esta vez en Taco Ralo (Tucumán). Fue uno de los fundadores de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP). En 1973 lo eligieron diputado provincial por el FREJULI, y en ese carácter estuvo a cargo de la comisión investigadora de la desaparición de Ángel "Tacuarita" Brandazza. Los atentados contra su vida eran cosa de todos los días. 

En la última dictadura cívico militar estuvo secuestrado un mes y luego, detenido en la cárcel de Coronda. Al salir, en 1980, sabía que su vida corría riesgo (para entonces, había sufrido siete ataques) y debió exiliarse en 1981. Primero pasó por Brasil y luego se radicó en Dinamarca, donde vivió los últimos años. Entre otras actividades- dio clases de danzas folklóricas. Volvía de paseo y disfrutaba los asados con compañeras y compañeros. Desde el país nórdico, enviaba correos y llamaba a sus antiguos compañeros, y a los jóvenes que lo escuchaban con fervor, para alentarlos en la lucha.  

En una de sus venidas a Argentina, en mayo de 2010, declaró frente al juez Marcelo Bailaque por la desaparición de Daniel Gorosito -a quien conoció en la cárcel de Coronda- y le dijo a José Maggi, de Rosario/12, que le preocupaba que la seguridad de lxs testigos-víctimas estuviera a cargo de las fuerzas de seguridad. "Me preocupa la falta de seguridad brindada a quienes estamos decididos a que el país cambie en serio. Nosotros no podemos tener una seguridad policial bajo ninguna punto de vista porque la policía no nos da ninguna garantía", dijo el Chancho entonces, y alertó: "De lo contrario van a seguir ocurriendo hechos como el de Silvia Suppo (testigo víctima de la causa Brusa, asesinada en su comercio de Rafaela el 29 de marzo de 2010), o Julio Lopez (testigo de la causa Etchecolatz, desaparecido el 18 de septiembre de 2006) y quizás puedan ocurrir más".

Firmaba Juan "Chancho" Lucero. Decía que desde los 23 años había adoptado ese apodo como parte de su nombre. Desde las redes sociales, la agrupación HIJOS Rosario lo despidió.

"Conocí al Chancho Lucero en la década de los '90, cuando con muchos pibes y pibas que recién nos asomabamos a la militancia, buscábamos respuestas a un presente aciago en la rica historia de lucha del pueblo argentino", recordó el diputado nacional Eduardo Toniolli. 

"Uno de los que estaba siempre dispuesto a revisar con nosotros esa historia era el Chancho, si era con un asado de por medio, mejor. Taco Ralo, las FAP, la vuelta de Perón, la comisión Brandazza, todos hechos que lo tuvieron como protagonista y que nos traía al presente sin jactancias y con el único objetivo de motivarnos para las luchas actuales. Incluso cuando estaba en Dinamarca solía llamarme al teléfono fijo a las 4 o 5 de la mañana, sin tener en cuenta la diferencia horaria, para plantearme alguna ocurrencia o decirme que había que hacer con tal o cuál acontecimiento de esa coyuntura. Voy a extrañar al militante revolucionario, pero mucho más al amigo entrañable", afirmó el legislador del Movimiento Evita.

Ema Lucero, hermana del Chancho y ella misma militante revolucionaria, lo recuerda así: "Para mí, él era la lucha".