Con el Río Paraná y la imagen del exgobernador Juan Manuel de Rosas de fondo, Axel Kicillof encabezó el acto por el Día de la Soberanía en la localidad bonaerense de San Pedro, desde donde convocó a defender los intereses de la Argentina y dedicó un buen tramo del discurso a ensanchar la grieta con el presidente Javier Milei.

Acompañado por la vicegobernadora Verónica Magario y por el anfitrión, el intendente local y referente del Partido Fe, Cecilio Salazar, el mandatario provincial hizo su ingreso por un extenso pasillo donde las y los vecinos, militantes, estudiantes, referentes gremiales y de organizaciones sociales le pidieron saludos y fotos.

“Bienvenidos a la cuna de la soberanía”, dio el puntapié inicial el jefe comunal y dirigente sindical rural, quien brindó las palabras de bienvenida. “Recuerden, compañeros, es con Axel”, cerró Salazar su intervención entre aplausos.

En primera fila se ubicaron los integrantes del gabinete bonaerense, intendentes, legisladores y dirigentes sindicales de la Confederación General del Trabajo (CGT) y de las dos centrales de los trabajadores argentinos, la CTA y la CTA Autómona.

Entre las presencias, y en el marco de las diferencias internas que marcaron la agenda del peronismo en los últimos meses, no dejaron de sorprender las del ministro de Salud y referente de La Cámpora, Nicolás Kreplak; y del titular de la cartera de Transporte, Jorge D’Onofrio, del Frente Renovador.

De este último espacio, el funcionario no fue el único. Intendentes del partido que fundó y tiene como líder a Sergio Massa, que en los últimos tiempos aceitó su relación con Kicillof, también se hicieron presentes. Entre ellos, Javier Osuna (Las Heras), Marcos Pisano (Bolívar), Javier Gastón (Chascomús) y Miguel Gesualdi (San Andrés de Giles).

Los intendentes del conurbano como Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Andrés Watson (Florencio Varela), Fabián Cagliardi (Berisso), Fernando Espinoza (La Matanza), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Lucas Ghi (Morón) también siguieron el acto desde la primera fila, junto a los sindicalistas Héctor Daer, Hugo Yasky y Hugo Godoy, entre otros.

“Me llena de alegría ver que la soberanía, el significado de la palabra, moviliza de esta manera, hace muchos meses que estamos planificando este acto”, describió. “Hay una fibra sensible, un resorte, que es la soberanía nacional que es tremendamente importante para nuestro pueblo, digan lo que digan y hagan lo que hagan los vendepatria que gobiernan”, dijo Kicillof.

Emocionado, también recordó a la extitular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, a dos años de su fallecimiento. “Valga este acto también para firmar nuestra convicción y nuestro compromiso con la lucha. Si alguien se le olvidó o anda confundido: son 30 mil y están presentes”, sentenció Kicillof.

De Rosas a Milei: “Creíamos que la discusión de unitarios y federales era de otro siglo”

El gobernador dedicó un largo rato de su intervención a historizar sobre la gesta de la batalla de Vuelta de Obligado, donde las fuerzas de Lucio N. Mansilla, bajo las órdenes de Rosas resistieron los embates de las fuerzas más poderosas del mundo en 1845, las de Gran Bretaña y Francia.

En medio del repaso de la gesta del 20 de noviembre de aquel año, el gobernador puso un freno para dejar un mensaje al Gobierno nacional: “Se lo digo a Milei: sí, claro que hay que proteger la producción y el trabajo nacional". "Lo entiende (Donald) Trump, lo entiende medio planeta y nos quieren entregar de pies y manos”, disparó el gobernador.

“Creíamos que la discusión de unitarios y federales era de otro siglo, pero ahora les quieren sacar todo a las provincias para quedarselo en las 20 manzanas porteñas, en los bancos", dijo Kicillof. "Unitarios, centralistas, de vuelta, la misma batalla", fustigó.

En su historización, el mandatario aprovechó para ironizar sobre los libertarios al citar a uno de los personajes de la historia Argentina que el presidente Javier Milei tiene como ídolo, Juan Bautista Alberdi. Desde el atril, Kicillof citó un texto escrito por Alberdi en el que destacaba a Rosas por su gesta soberana. “En mi caso, ya saben, rosista”, dijo entre risas el gobernador.

“Desde acá da más vergüenza la entrega de la que somos testigos, por parte del gobierno de Milei”, marcó Kicillof, para luego enumerar las diversas medidas de la gestión libertaria que en materia de política internacional. Por caso, sobre la salida argentina de los BRICS, adelantó: “Ni bien podamos, lo vamos a revertir”.

Más adelante, cuestionó con dureza el “afán de ‘figureti’” del presidente, como así también los votos de la Argentina en la ONU: “No es solo declamativo, pone en peligro a nuestro país tomando acciones temerarias en un mundo en conflicto, rompiendo una posición sostenida durante décadas, de neutralidad. Desde la Provincia defendemos la paz y la neutralidad”.

Uno de los momentos de mayor explosión del público, que estalló en aplausos, se dio cuando el gobernador, efusivo, gritó: “No estamos discutiendo doctrinas económicas, fallas de mercado; estamos discutiendo si la gente come, si se viste, si los pibes van a la escuela, si alcanza para los remedios. Pocas veces se despreció tanto la soberanía nacional”.

Kicillof y una obsesión: el Canal Magdalena 

En otro pasaje, el gobernador derivó el discurso hacia el anuncio del Gobierno de Milei de llamar a licitación para privatizar la Vía Navegable Troncal, más conocida como Hidrovía. “Nuestra Constitución Nacional es clara, dice que corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en nuestro territorio", dijo Kicillof y alertó: "No puede privatirzarlo, vamos a actuar en consecuencia de lo que es una violación de nuestra Constitución”.

Más tarde, lo ligó con una demanda que lleva adelante su gestión, gremios e intendentes que tiene que ver con la construcción del dragado del Canal Magdalena. “Vamos a presentar un proyecto de ley en la Legislatura para declarar de interés provincial la construcción del Canal Magdalena y dejar claro que si ellos no piensan hacerlo, lo hará la provincia de Buenos Aires”, sentenció.

Tras poner en valor la importancia de la soberanía de los ríos, de los hidrocarburos y de los cielos, que incluyó el rechazo a la privatización de Aerolíneas Argentinas, Kicillof focalizó en la importancia de la soberanía científica y cultural.

“Soberanía, independencia y justicia social, ese es el compromiso delante de los patriotas que dieron la vida. La Provincia no va a dejar que se entregue la soberanía argentina. La provincia sabe que la Patria no se vende”, cerró.