El PRO no alcanzó a juntar el quórum para aprobar Ficha Limpia y se quedó sin poder avanzar - esta semana al menos - con la inhabilitación de la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner en 2025. Le faltó solo un voto: llegó a 128 presentes, en un juego de la silla que arrastró el acompañamiento intermitente de macristas, oficialistas, radicales de ambos bandos, lilitos y pichettistas. Hubo varios, sin embargo, que llegaron tarde o corriendo sobre el filo del tiempo límite, en una sobreactuación de presencialidad que buscaba demostrar tanto su molestia con el gobierno por la gestión del Presupuesto como su independencia del kirchnerismo. Un juego que, al final, terminó boicoteando el quórum de una sesión que La Libertad Avanza en ningún momento se esforzó por empujar. Silvia Lospennato, principal impulsora de la iniciativa, volverá a intentarlo de nuevo la semana que viene.

"¡Sentate, nena!", le gritaban desde las bancas del PRO a Marcela Coli, de Democracia Para Siempre (el ala dura interna del radicalismo que rompió con el liderazgo oficialista de Rodrigo de Loredo). El reloj había marcado las 12.30, había pasado el tiempo límite para poder dar inicio a la sesión y al PRO le faltaba solo una presencia más para poder llegar al quórum. Silvana Giudici, la guardiana del poroteo y quien se había encargado de presionar para conseguir el número, le pidió a Martín Menem que les diera una prórroga de unos minutos. "Hay una diputada que está llegando", pidió. Sin embargo, sorpresivamente, Menem lo rechazó y anunció que la sesión había fracasado. Fue entonces que el socialista santafesino, Esteban Paulón, ingresó al recinto, pero ya era demasiado tarde. Los radicales díscolos de Democracia Para Siempre empezaron a levantarse y, pese a que algunos gritaban porque habían llegado al quórum, se retiraron. Coli les negaba con la cabeza y les mostraba el reloj. Game over.

El "desinterés activo" del gobierno

El macrismo viene impulsando la Ficha Limpia desde 2016. Un proyecto que propone inhabilitar la candidatura a cargos nacionales de cualquier persona que haya sido condenada por un delito vinculado a la corrupción - como tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito o encubrimiento - en segunda instancia, es decir con la confirmación de Casación Penal. Una categoría que, desde hace dos semanas, solo le cabe a Cristina Fernández de Kirchner. Hubo, incluso, un intento del PRO de impulsar la sesión por Ficha Limpia el mismo día que Casación Penal ratificaba su condena en el marco de la causa Vialidad, aunque terminó fracasando: la ley tenía nombre y apellido, pero nadie quería que fuera tan evidente. 

Frente a la avanzada PRO, el gobierno siempre optó por adoptar una postura ecuánime. "Desinterés activo", lo define un peso pesado del PRO. Es decir: defiende la idea de Ficha Limpia y aporta sus diputados a la sesión, pero no trabaja para conseguir los votos. Esto se debe, en parte, a que no termina de haber un consenso interno en el gobierno sobre si quieren o no a CFK inhabilitada para competir en la Provincia de Buenos Aires: en el ex Juntos por el Cambio - con los lilitos de la Coalición Cívica a la cabeza - provocan diciendo que a Milei le sirve polarizar con la ex presidenta, mientras que el peronismo, que denuncia un intento de proscripción, no está de acuerdo. "Hoy Cristina es la única que puede ganar en PBA, y el gobierno lo sabe", analizaba un dirigente que integra la mesa chica de Unión por la Patria.

En la práctica, este "desinterés activo" del oficialismo derivó en que la sesión hubiera podido caerse por solo un voto. Hubo, es cierto, ausencias en todos los bloques. En el PRO se ausentaron Alejandro Finocchiario y Aníbal Tortoriello, ambos con problemas de salud graves, y José Núñez. En La Libertad Avanza faltaron Marcela Pagano, que está en los últimos meses de embarazo, y el chaqueño Carlos García. El radicalismo de Rodrigo de Loredo estuvo casi completo, así como los díscolos de DPS, que al principio habían amagado con no dar quórum. Lo mismo sucedió con los pichettistas de Encuentro Federal, que originalmente no mostraban mucho interés en "regalarle" al PRO una victoria institucional cuando, una semana antes, ellos los habían dejado sin quórum para reformar la Ley de DNU. 

Tanto DPS y Encuentro Federal, sin embargo, especularon con que el PRO no terminaría consiguiendo quórum. Los radicales eran los que estaban más dispuestos a comparecer, pero fueron los primeros en abandonar el recinto cuando Menem anunció que se caía la sesión. Los diputados de EF, mientras tanto, fueron cayendo a cuentagotas. Primero Oscar Agost Carreño y Ricardo López Murphy y, cuando faltaban 10 minutos para que la sesión se cayera, aparecieron el jefe de bloque, Miguel Ángel Pichetto, que ya se había manifestado en contra de la FIcha Limpia, con Emilio Monzó y algunas de las espadas cordobesas de Martín Llaryora. Ya cuando faltaba un minuto para que se cayera la sesión ingresó Nicolás Massot, que se sentó tranquilo, a la espera de que venciera el plazo. El último en llegar sería Paulón, que había estado charlando afuera del recinto, pero ya para entonces la sesión se había caído.

La ausencia fundamental habían sido los gobernadores. Los salteños, rionegrinos y misioneros de Innovación Federal, molestos por el empantanamiento del Presupuesto, no aparecieron. Tampoco lo hicieron los diputados peronistas que responden al tucumano Osvaldo Jaldo, que suele moverse como el primer libertario y que, en esta ocasión, le anticipó a Unión por la Patria que no daría quórum. "No es la agenda que tenemos con el gobierno", deslizaron. 

El PRO, sin embargo, volverá a intentar aprobar la Ficha Limpia la semana próxima. Así lo anunció Lospennato, que volvió a pedirle a Milei que incluya el tema en las sesiones extraordinarias: "Porque cuando los jueces se acuerdan de investigar y hay una condena, ¿qué busca el condenado? Fueros. Y eso es lo que va a pasar el año que viene. El año que viene vamos a tener uno o más condenados por corrupción sentados en estas bancas", advirtió, en el recinto semi vacío. 

La revancha opositora

Afuera del recinto, el peronismo celebraba haber podido dilatar la aprobación. La mayoría admitía que el PRO podía ser exitoso la semana próxima, pero algunos se permitían dudar. "Muchos gobernadores están viendo la condena de (el ex gobernador de Entre Ríos) Sergio Urribarri preocupados. ¿Creen que si sale Ficha Limpia no va a irradiar sobre sus provincias?", deslizó un dirigente peronista.

En UxP, sin embargo, no se quedarán esperando quietos. La bancada que preside Germán Martínez ya comenzó a conversar sobre la posibilidad de volver a insistir con el rechazo del DNU 846 la semana próxima: el objetivo será despedir las sesiones ordinarias con una última derrota al oficialismo.