Los amigos estupendos

Quince años atrás Nora Lezano fotografió en el Konex a Palito, el perro de Laura Rama, que tenía una discapacidad motriz. Rama es fundadora de Viva la Vida por el Bienestar Animal. Se trata de una institución sin fines de lucro cuya misión es rescatar a perros en situación de riesgo y buscarles un hogar definitivo a través de la adopción responsable. “A mí me encantó la sensibilidad y estilo de Nora apenas la conocí. Hoy, varios años más tarde de aquella foto, ella es una maravillosa madrina de nuestros perritos”, cuenta Rama. Es que de ese encuentro surgió la posibilidad de hacer fotos perrunas y convertirlas en un calendario que ya se ha convertido en un clásico. La buena noticia es que ya está a la venta su edición 2025. “Colaborar con este calendario es mucho más que sacar las fotos; es un gran compromiso con la causa”, resalta Nora acerca de su participación anual en esta iniciativa. En esta oportunidad, también se sumó Renata Schussheim, quién ya había brindado su colaboración en 2017. Esta vez, con su magia legendaria ha creado nuevos escenarios coloridos para cada animalito. “Amo a los animales y siento gran respeto por quienes se dedican a ayudarlos; en cuanto conocí la iniciativa del calendario, quise involucrarme y este año quise repetir la hermosa experiencia de unos años atrás”, comenta Renata sobre esta colaboración. El calendario solidario 2025 de Viva la Vida puede adquirirse a través de la página web de la Fundación a un valor de 12 mil pesos (sí, es regalo regio para las fiestas que se avecinan). Todo lo recaudado se destina al cuidado y bienestar (alimento, medicación, atención veterinaria, artículos de limpieza, etcétera) de los perros rescatados y alojados en la colonia canina de la Fundación. En épocas donde estamos siendo asediados por perros invisibles y clonados, es buena idea apostar por los perros reales, los que hacen del amor multiplicado su principal estirpe.

Hacerse el oso

La convivencia entre animales y personas parece inevitable en un mundo superpoblado. El problema es que la raza humana no es muy contemplativa y resuelve el asunto a escopetazos. Sin embargo, algunos han tomado decisiones que, si bien son polémicas, al menos son ecológicas. Ocurrió en California, donde los osos se han convertido en una amenaza porque entran en los autos y en las casas para buscar comida. Parece, sin embargo, que algunos aprovecharon para hacerse los osos, literalmente. Cuatro residentes de Los Ángeles fueron detenidos, acusados de hacerle el verso a tres compañías de seguros por casi 142 mil dólares. Esta gente alegaba, en diferentes momentos, que un oso había causado daños a sus vehículos de alta gama, un Rolls-Royce y dos Mercedes, en la zona de montañas de San Bernardino. Como evidencia, mostraban fotos de los autos con arañazos y un mismo video donde aparecía un oso temible haciendo estragos. “Luego de hacer un análisis exhaustivo, se llegó a la conclusión de que el oso que aparece en los videos es, en realidad, una persona disfrazada”, concluyeron en el informe. Incluso fue llamado un biólogo del Departamiento de Vida Animal de la zona para que pudiera dar su opinión, que fue exactamente la misma. El asunto se terminó de aclarar cuando, en las casas de los sospechosos, fueron encontrados unos disfraces de oso que incluían máscaras y patas con garras de metal. Hay que reconocerle a esta gente el afán arty: podrían ponerse una productora ya mismo.

No marques las horas

Atención cazadores de argumentos increíbles de la vida real: he aquí algo para ustedes. La historia incluye a John Lennon y Yoko Ono, y un reloj que ella le regaló cuando John cumplió 40 años, dos meses antes de ser asesinado. También, al chofer de Yoko, a un coleccionista italiano viviendo en China y finalmente, a la Justicia suiza que durante diez años debió armar el rompecabezas al mejor estilo The Wire. El reloj, valuado en más de cuatro millones de dólares, lleva la inscripción “(Just Like) Starting Over/Love Yoko 10.9.1980 NYC”, en la parte posterior de su esfera de oro de 18 quilates. Esa fue una de las canciones que formaron parte de disco Double Fantasy. Según el chofer, Yoko se lo regaló a él en 2006 aunque esa versión parece poco probable. Como sea, el reloj viajó a Turquía y volvió a cambiar de manos hasta que, en 2010, un italiano afirmó que él lo había adquirido en una subasta alemana. Fue entonces cuando la causa devino en un pleito legal Ono no descubrió que el reloj había sido robado hasta 2014, después de que una empresa con sede en Ginebra, a la que el italiano había encargado tasar su valor, avisara a su abogado, Vincent Guignet. Él, por supuesto puso el grito en el cielo. Finalmente, la Justicia le dio la razón a Yoko y dictaminó que el reloj marca Patek Philippe (que se encuentra actualmente bajo custodia en Ginebra) es suyo. Así que habrá que esperar un poco para asistir a este encuentro definitivo, que tiene a Yoko como ganadora de la contienda. Siempre supimos que sería así.

Doblemente en la Luna

Frente al desafío de acercar el arte a la gente, el austríaco André Heller decidió salir de los museos. Para eso, llevó el arte propio y el de sus amiguitos a un lugar bien nac&pop: un parque de diversiones. Ocurrió en 1987, cuando abrió Luna Luna en Hamburgo. Heller reunió un line up de artistas casi insuperable hasta el día de hoy: desde una rueda de la fortuna hecha por Jean-Michelle Basquiat (muy parecida al arcano de Tarot del mismo nombre) hasta un domo con interior de espejos decorado por Salvador Dalí: el Dalídom. E incluso, entre otras rarezas, como un bosque geométrico de David Hockney o un laberinto creado por Roy Lichtenstein. El sueño duró poco y el parque, que debía su nombre al Luna Park de Coney Island, tuvo que cerrar porque no había dinero para mantenimiento. Hace cinco años, el rapero Drake escuchó esta historia y desde entonces ha invertido 100 millones de dólares para restaurar y resucitar Luna Luna a través de su empresa de entretenimiento DreamCrew. En enero de este año, Luna Luna: Forgotten Fantasy se abrió al público en Los Ángeles. Como la movida resultó un éxito, por estos también abrirá en Nueva York y de este modo, el parque iniciará una gira mundial. Para seguir tirando la casa por la ventana, la casa de subastas Bonhams presentó un conjunto de cuatro dibujos con rotulador que Keith Haring hizo para los carteles del parque. Y es que en su momento, el artista fallecido en 1990, también fue convocado. Así, varios de sus dibujos icónicos –el perro que ladra, el bebe radiante, el monstruo de tres ojos y el hombre de la televisión– aparecen en la cartelería hecha en 1986, cuyo precio de venta oscila ahora entre los 300 y 400 mil dólares. Distribuidos en cuatro hojas de papel cuadriculado tamaño oficio, los dibujos sirvieron además como modelo para una calesita. “Esto representa una gran oportunidad ede poseer una pieza de esta feria icónica”, afirmó Andrew Huber, director de arte de los siglos XX y XXI en Bonhams Nueva York. Como era esperable, el renovado interés por Luna Luna también ha estallado en forma de merchandising, desde un libro con las imágenes del parque reeditado por Phaidon hastar posters creados por Heller y Jean Tinguely, entre otros. En épocas donde la originalidad es una especie de bien suntuario, viene bien exhumar las joyas de la abuela. Total, era una abuela con onda, que ahora tiene la fama que en su momento se le mezquinó.