Los candidatos presidenciales Yamandú Orsi, del Frente Amplio, principal fuerza de oposición, y Álvaro Delgado, del Partido Nacional que encabeza la coalición de gobierno, cerraron sus campañas a cuatro días del balotaje en Uruguay.

Orsi, apadrinado por el expresidente José Mujica, fue el más votado en las elecciones del 27 de octubre, aunque sin superar el 50% para ganar en primera vuelta.

Ahora aparece con leve ventaja en los sondeos frente a su rival Delgado, exsecretario de la Presidencia del actual mandatario Luis Lacalle Pou, impedido constitucionalmente de buscar la reelección de forma inmediata.

Según el último sondeo, publicado el lunes por la consultora Cifra, Orsi recoge un 47% de la intención de voto y Delgado, el 46%, con un margen de error de +/-3,4%. Esto es considerado un "empate técnico".

En sus últimos actos de campaña, ambos apelaron a captar la atención de los indecisos.

En un acto en Las Piedras, departamento de Canelones, Orsi se dirigió a quienes, "habiendo votado a otra opción, ahora deciden acompañar" al Frente Amplio, que aspira a regresar al poder tras gobernar de 2005 a 2020.

"Es una señal de que seguimos por el buen camino de seguir ensanchando la base", señaló en relación a los votantes de los partidos fundacionales, Nacional y Colorado, de mayor arraigo en el interior del país.

Además, destacó la "gobernabilidad" que tiene el Frente Amplio, que se quedó con 16 de los 30 escaños de la Cámara Alta, y 48 de los 99 de la Cámara Baja.

"Tenemos las condiciones para hacernos cargo de nuestro país y para seguir trabajando en base a acuerdos, pero también con actitud firme y decidida para llevar adelante las transformaciones que el país necesita", afirmó, en medio de gritos de "¡Presidente!".

El oficialismo aspira a “una mayoría silenciosa”

En simultáneo en la capital, Delgado se mostró confiado en su triunfo.

"¿Saben quiénes nos van a elegir el 24 (de noviembre)?", preguntó en un acto en el Obelisco de Montevideo en el que todos los líderes de los partidos socios de la coalición gobernante, que respaldan su candidatura, estaban presentes.

"(Nos votará) una mayoría silenciosa que no tiene bandera, que no tiene balconera, que hoy prefiere la continuidad de un gobierno que le fue mejor que al gobierno del Frente Amplio", afirmó.

Delgado destacó que "ni los más opositores" pueden desconocer que hoy el país está "mejor" que en 2019, y enumeró logros de infraestructura, salud, políticas sociales, vivienda y seguridad, que según él tuvo la gestión de Lacalle Pou.

El candidato oficialista, que se proyectó como presidenciable tras destacarse como vocero del gobierno durante la pandemia, también llamó a los uruguayos a pensar en quién querrían "al frente del timón" en caso de una nueva crisis.

"Siento que estoy preparado, que tengo la experiencia", dijo Delgado, en un escenario con la leyenda "El Uruguay en buenas manos". "En estos cuatro días nos jugamos los próximos cinco años", advirtió, pidiendo un "último esfuerzo" para decirle a la gente "que hay equipo" y "hay futuro".

Para vencer en el balotaje no es necesario alcanzar la mitad más uno de los sufragios emitidos, sino que basta con conseguir el mayor número de votos.