Una protesta por el brutal femicidio de Sofía Delgado en Santa Fe terminó en un incendio y disturbios luego de que cerca de 150 personas se hubieran congregado en la puerta del taller mecánico peritado, propiedad de Eduardo Mordini,  y en la casa de la mamá de Alejandro Bevilacqua, uno de los cinco detenidos e imputados que tiene el caso. 

Al conocerse la noticia de la preventiva para Bevilacqua, Mordini y Brian Bauman, decenas de personas se reunieron frente al galpón que funcionaba como taller, el cual se encuentra incorporado a la causa como uno de los puntos clave en el femicidio. Después de varios minutos el grupo se dirigió hasta la calle Paraguay, donde se encontraría la casa donde vive la mamá de Bevilacqua.

Según medios locales, durante la protesta incendiaron cubiertas de auto y maderas frente al domicilio, lo que provocó que el cuñado del acusado y el novio de la víctima se peleen a golpes. Este último quedó detenido.

Imputaron a los cinco detenidos

Tres hombres y dos mujeres que se encuentran detenidos por el crimen de Delgado fueron formalmente imputados.

El fiscal Carlos Ortigoza imputó a Alejandro Bevilacqua, de 35 años; Eduardo “Pata” Mordini, de 47 y Brian Baumann, de 34, por el delito de homicidio calificado por la participación de dos o más personas, mientras que a Miranda Leguizamón, de 29, y a  Natalia Palavecino, de 46 por encubrimiento agravado.

Para Ortigoza el femicidio comenzó a planificarse 15 días antes y se trataría de un “sacrificio como ritual”.

Según expresó el juez de Primera Instancia Eugenio Romanini, al aceptar las imputaciones y las preventivas, hubo "premeditación" para asesinar a la joven y se manifestó convencido de que tanto Baumann como Mordini "ocultaron el cuerpo en un camino remoto sin denominación geográfica sin señalización para garantizar la impunidad".   

De la audiencia de imputación se desprende que los cinco implicados planificaron el crimen y eligieron a la víctima por sus condiciones de vida. Debido a esta nueva pista, los acusados podrían terminar con una condena a perpetua.

El fiscal Ortigoza explicó a la Justicia que se analizaron intercambios de mensajes entre los tres hombres, donde queda en evidencia “la planificación para llevar adelante el hecho”.

En ese relato, contó que en el intercambio de chats hablan de Sofía y “se refieren a ella como la chica a la que nadie iba a reclamar porque no tenía madre”.

Además, se conoció que existía una restricción de acercamiento para la mamá de Sofía, aunque la mujer reclamó varias veces de forma pública por la investigación. Ese detalle, contado por los hermanos de la víctima, terminó con la aceptación del juez de que sean ellos los querellantes en la causa a través de dos abogados mientras Claudina, la mamá, y sus abogados no fueron aceptados en ese rol.

Según la acusación y las pericias obtenidas, el femicidio de Sofía fue brutalmente planeado.  La joven fue captada por Bevilacqua “valiéndose de una relación sentimental esporádica preexistente”. Mediante engaños, Delgado fue trasladada al galpón de Mordini en la localidad de Puerto San Martín donde fue asesinada.