La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, se mostró en fuerte desacuerdo con el uso de militares en las deportaciones masivas en Estados Unidos este jueves, luego de que el presidente electo, Donald Trump, anticipara su intención de declarar un estado de emergencia para ejecutar su política antiinmigrante. A pesar de su rechazo del trato criminal a los expatriados, la mandataria aseveró que su gobierno "está preparado" y cuenta con un plan para recibir a los mexicanos desplazados.

“Evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo", contestó Sheinbaum ante las preguntas de la prensa durante su conferencia matutina. La gobernante, que asumió el cargo a principios de octubre, insistió que su Administración "tiene un plan" ante las posibles medidas de Trump, quien adelantó que planea "declarar una emergencia nacional y usar activos militares" para realizar deportaciones masivas cuatro días antes.

Promesa de campaña

Durante su campaña electoral de cara a los comicios presidenciales de este año, el republicano amenazó con realizar deportaciones masivas de migrantes en suelo estadounidense y reforzar la seguridad en la frontera con México, junto con su promesa de aplicar una serie de medidas proteccionistas en materia comercial que podrían tener gran impacto en la economía mexicana.

La reelección de Trump, junto a su nueva política migratoria, trae nuevas incógnitas para el país vecino, siendo que más de la mitad de los aproximadamente 11 millones de indocumentados en territorio estadounidense son de procedencia mexicana, según un estudio del Instituto de Política Migratoria de 2015, y sus ingresos representan casi un 4% del producto interior bruto (PIB) de México, que alcanzó una cifra récord de 65.000 millones de dólares este año.

“En caso de que hubiera deportaciones, vamos a recibir a las y los mexicanos, y tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello en demostrar que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales que están en el otro lado de la frontera, que al contrario, benefician incluso a la economía de EE.UU.", argumentó la presidenta.

Un plan contra Trump

Durante la conferencia, Sheinbaum negó las acusaciones de la oposición y ciertas organizaciones civiles, que sugieren que su gobierno no cuenta con una estrategia para enfrentar un nuevo mandato de Trump, que salió victorioso luego de una campaña en la que el control fronterizo, las deportaciones y la protección de la economía fueron puntos centrales.

“He leído por ahí que dicen que la presidenta y su equipo no están preparados. Pues sí tenemos un plan y estamos preparados y en su momento, cuando sea propicio, vamos a hacer estas conversaciones con el equipo del presidente Trump", manifestó la presidenta.

Como primer paso de su plan, la mandataria comunicó que tiene programada una reunión con su gabinete para discutir la agenda a abordar en futuros encuentros con la administración trumpista, como son "comercio, migración, seguridad y hasta cuestiones culturales, de amistad", según detalló en la conferencia.

La presidenta adelantó que su estrategia frente a la amenaza de la deportación consistirá en demostrar al equipo de transición de Trump lo valioso del aporte mexicano a la economía de Estados Unidos, que según datos de su Gobierno supera los 338.000 millones de dólares al año.

“Todavía no hay una reunión, pero esperamos que se pueda dar para mostrar toda esta información porque a veces con una frase que no tiene un sustento se acusa, por ejemplo, a las y los mexicanos, en Estados Unidos", remarcó Sheinbaum.