La corta vida de Sofía Delgado estuvo signada por la violencia patriarcal. Después de 15 días desaparecida, el viernes pasado el cadáver de la chica de 20 años fue hallado en un camino rural de la zona de Ricardone, muy cerca de San Lorenzo, la ciudad donde vivía. La habían "sacrificado" de forma premeditada -según la prueba recolectada por el fiscal Carlos Ortigoza-, Alejandro Bevilacqua y Eduardo "Pata" Mordini. Una de las razones para definir el crimen fue que "nadie la iba a buscar" porque no tenía mamá.
No era tan así: la progenitora existía, y tomó protagonismo durante la búsqueda, pero hacía mucho tiempo que Sofía no la veía. No se trataba de una pelea, sino de protegerse frente a la violencia.
Ya lo dijo bell hooks en su libro El feminismo es para todo el mundo, la violencia patriarcal no es ejercida solamente por hombres. "La violencia patriarcal en el hogar se basa en la creencia de que es admisible que un individuo con más poder controle a los demás mediante distintas formas de fuerza coercitiva. Esta definición ampliada de violencia doméstica incluye la violencia de los hombres hacia las mujeres, la violencia entre personas del mismo sexo y la violencia de las personas adultas contra niñas y niños", dice la escritora y activista social afroamericana.
Y abunda: "El término 'violencia patriarcal' es útil porque, al contrario de la expresión más aceptada de 'violencia doméstica', recuerda continuamente a quien la oye que la violencia en el hogar está ligada al sexismo y al pensamiento sexista, a la dominación masculina".
En 2022, el juez de Familia de San Lorenzo Marcelo Escola dictó una prohibición de acercamiento de parte de sus progenitores, por las extremas violencias que sufrían Sofía y algunxs de sus hermanxs.
Desde entonces, Micaela, hoy de 24 años, Sofía, Agustín y Lourdes, hoy de 15, se protegieron entre hermanxs, se cuidaron y acompañaron. Sofía vivía con Micaela. Por eso, en la mañana del 31 de octubre, su hermana supo que pasaba algo malo: había una sola llave en la casa, y quien se iba, avisaba cuándo volvía, para poder abrir.
Sus hermanxs, representados por la abogada María Laura Maderna y Gabriel Filippini pidieron que la querella legitimada sea la de ellxs, y es probable que hoy se amplíen las medidas de protección. “Consideramos que los hermanos, especialmente Micaela, quien convivía con Sofía, son los legitimados para liderar la querella”, expresó Filippini.
¿Por qué recordar esto ahora, ante el horrendo desenlace de la vida de Sofía Delgado? En primer lugar, porque la vulnerabilidad de Sofía fue uno de los argumentos de Mordini y Bevilacqua para elegir a su víctima, para "sacrificarla". Y esa palabra trae otras reminiscencias: ¿se trató de un rito relacionado con el narcotráfico?
El cuerpo de una joven desamparada como ofrenda, las ataduras, la forma en que se deshicieron del cuerpo en un camino rural al que hubiera sido difícil acceder si Mordini no se quebraba, todas capas de violencia escritas en el cuerpo de Sofía.
Otras violencias se escucharon en algunos medios de comunicación: como Sofía tenía algún vínculo sexoafectivo con Bevilacqua, como tenía problemas de consumo, no faltaron las voces -especialmente antes del hallazgo de su cadáver- que pusieron -una vez más- la lupa sobre la "conducta" de la víctima.
No hubo protección para Sofía. Fue víctima una y otra vez. El 30 de octubre, alrededor de las 22, se fue a encontrar con Bevilacqua, sin sospechar lo que le esperaba.
A partir del 31 de octubre, fueron los hermanxs y amigxs de Sofía, así como las organizaciones feministas de San Lorenzo quienes se movilizaron, empapelaron la zona, hicieron una marcha hasta la esquina de los bancos, neurálgica en esa ciudad que está en el corazón del complejo portuario por donde pasa el 80% de las exportaciones de granos del país. Todo para exigir una búsqueda eficiente.
"La primera marcha la convocan pibas de la ciudad, junto a los amigos y los hermanos de Sofía, que quisieron alzar la voz sin tener mucha experiencia, y empapelar la ciudad con la foto para que todos se enteraran", cuenta Pau Petrillo, del Movimiento Evita. Las compañeras de todo el cordón industrial al norte del Gran Rosario empapelaron las localidades con la foto de Sofía.
Una periodista, Anabela Tramontini, dio el más exhaustivo seguimiento a la desaparición y reclamo de búsqueda. Primeron fueron detenidos Bevilacqua y su pareja, Miranda Leguizamón y -más tarde, tras el allanamiento en el galpón de Puerto San Martín donde hallaron un auto con rastros de sangre-, detuvieron a Mordini, Brian Bauman y Natalia Palavecino, y el rompecabezas empezó a armarse.
Algo más pasó en ese interín: en las redes sociales proliferaron testimonios sobre conductas sexuales abusivas de Mordini, y su condición de dealer de drogas. "¿Para quién vende Mordini?", fue la pregunta que lanzó Tramontini en la red social X.
"Me acuerdo cuando me encerraba a tomar merca y a masturbarse adelante mío", contó una chica en Instagram. Otra sumó: "Siempre hablaba de sexo, era muy incómodo estar con él en el mismo lugar porque te miraba con cara de depravado, yo tuve muchos choques con él porque era muy atrevido". Y otro testimonio más: "Conocí al 'Pata' hace algunos años. Primera impresión: extraño. Al poco tiempo me enteré de que vendía drogas. Tuve cortas charlas con él, donde mencionaba incansablemente los temas de sexo y sadomasoquismo".
Y develar esas conductas también nació de las redes feministas. "Por voluntad de pibas, que se propusieron crear un canal de denuncias de todas las personas que sufrieron alguna situacion con Mordini", afirma Petrillo.
La violencia machista no es patrimonio de San Lorenzo, el territorio donde se libró la histórica batalla de José de San Martín en 1812. Pero hay historias que resuenan.
El 18 de septiembre de 2011, una joven de 34 años, Paula Perassi, desapareció: su padre Alberto y su madre Alicia lucharon contra todos los poderes constituidos de esa ciudad para exigir que se esclarezca lo ocurrido, aunque nunca lograron recuperar el cuerpo de su hija.
La sombra de la desaparición de Paula acompañó la búsqueda de Sofía. "Hace 13 años que venimos gritando por la aparición de Paula Perassi, ya tenemos una desaparecida en San Lorenzo, volvió a ocurrir lo mismo y a las que siempre estamos en la lucha nos da mucha impotencia", siguió Petrillo.
Es que "San Lorenzo es una ciudad en la que cuesta generar una iniciativa, movilizarse. Es una ciudad muy rica, muy poderosa, yo estoy convencida de que detrás de escena, en esta ciudad hay cosas muy graves que pasan y no salen a la luz. Los violentos se manejan con mucha impunidad y tranquilidad. Somos los movimientos feministas los que reclamamos y nos organizamos para denunciar lo que pasa".
El femicidio que aún no fue esclarecido es el de Andrea Portillo, una mujer de 45 años que vivía en la ciudad de Santa Fe pero viajaba a San Lorenzo a ejercer el trabajo sexual. La familia tuvo el último contacto con ella el 25 de marzo pasado, y su cuerpo apareció sin vida en el camino de la Cremería, en Ricardone (el mismo lugar donde encontraron a Sofía) el 11 de julio. Recién en septiembre pudieron identificarla. La radio Aire de Santa Fe entrevistó a su hermana, Marisa Portillo. "Gracias a Dios por lo menos hay cinco detenidos por el caso de Sofía porque de Andrea no tenemos ninguna novedad. Como era una trabajadora sexual se olvidaron de ella. Queremos que no quede impune el femicidio de Andrea. Porque era trabajadora sexual, nadie se calentó en investigar algo", expresó Marisa.