Al menos 10 detenidos y tres policías heridos dejó una jornada de tensas movilizaciones en Quito, capital de Ecuador, contra la gestión del Gobierno de Daniel Noboa, según un primer balance de la Policía difundido por la prensa local.

La protesta, convocada por organizaciones sindicales y sociales, concentró a cientos de personas en el centro histórico de Quito, epicentro de las protestas, donde la fuerza pública implementó un megaoperativo de seguridad.

La policía realizó cierres viales y colocó un fuerte cerco con barricadas para bloquear el paso de los manifestantes hacia la sede de la Presidencia. El bloqueo con vallas metálicas indignó a los manifestantes y se produjeron enfrentamientos con los uniformados, que quemaron llantas frente al cerco policial.

De acuerdo con reportes de la prensa local, la protesta se tornó violenta cuando los manifestantes lanzaron piedras y palos a los policías, y luego de intensos disturbios se reportaron los primeros detenidos. Entrada la noche, decenas de policías provistos de cascos y escudos, y apoyados por uniformados motorizados dispersaron a los manifestantes con gas pimienta.

Esta fue la segunda protesta realizada este mes en Quito y fue convocada por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la central obrera más grande del país, y se extendió a otras ciudades del país como Guayaquil (suroeste) y Latacunga (centro).

Los manifestantes recorrieron las calles del centro de Quito portando banderas y carteles; además, gritando consignas en las que expresaban su descontento ante la situación de crisis múltiple que vive el país, según los organizadores.

El presidente del FUT, José Villavicencio, uno de los que encabezó la protesta, declaró a los periodistas que la movilización es en rechazo a la crisis económica, la inseguridad que golpea al país y la crisis energética que afectó al empleo. "Somos una marcha pacífica, nos niegan el derecho a la protesta", se quejó el dirigente sindical.

En la movilización de este jueves participaron estudiantes universitarios, la Unión Nacional de Educadores (UNE) y organizaciones sociales agrupadas en el llamado Frente Popular. El presidente ecuatoriano Daniel Noboa, rechazó las manifestaciones al señalar que buscan desestabilizar al Gobierno.