El Gobierno de Javier Milei anunció este viernes una reestructuración en el Fondo Nacional de las Artes (FNA) que despierta críticas en diversos sectores. El Decreto 1029/24, firmado por el presidente y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reduce drásticamente la capacidad de acción del organismo, dejándolo prácticamente en manos del financiamiento privado. Las medidas incluyen recortes en el personal, eliminación de sueldos para el Consejo Directivo y un nuevo enfoque en créditos respaldados por garantías.
Lejos de representar un impulso para el arte y la cultura, las reformas parecen apuntar hacia el desfinanciamiento del sector público, dejando a la creatividad nacional al arbitrio de intereses privados y alejándose de su rol inclusivo y accesible.
Punto por punto, los cambios en el Fondo Nacional de las Artes
Los cambios impulsados por el gobierno de Javier Milei en el FNA están orientados a ajustar su funcionamiento. Estos son los principales puntos de modificación en la nueva normativa que regula este organismo:
Actualización de actividades artísticas
El Decreto-Ley Nº 1224/58, que regula el FNA, fue modificado para redefinir las actividades artísticas y literarias que el fondo apoyará. Se incluyen nuevas manifestaciones como la música, la danza, las artes aplicadas, el folclore y las expresiones teatrales y cinematográficas, ampliando el alcance de los créditos y subsidios.El otorgamiento de créditos como instrumento principal
El FNA seguirá promoviendo el desarrollo artístico principalmente a través de créditos, dejando en un segundo plano otras ayudas como becas o premios. Estos créditos se destinarán a la adquisición de bienes inmuebles y maquinarias necesarias para el desarrollo artístico.Reuniones del directorio
Se modifica la frecuencia y condiciones bajo las cuales el directorio del FNA debe reunirse. Ahora, el presidente del fondo podrá convocar reuniones mensuales, o en menor plazo si así lo solicitan tres directores.Operaciones de crédito en UVA
Se establece que las operaciones de crédito del FNA se denominarán en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA) o especies. Los créditos se otorgarán con garantía hipotecaria o prenda, y se utilizarán principalmente para la compra o construcción de inmuebles destinados a actividades artísticas.Becas y premios solo con fondos propios
El FNA podrá seguir otorgando becas y premios a las actividades artísticas, pero estos estarán limitados a los fondos que el propio organismo obtenga, ya sea a través de rentas, intereses, donaciones o herencias. Además, los beneficiarios estarán sujetos a la fiscalización del fondo.Recepción de donaciones y legados
Se agregó un artículo, que es el 32 bis, que permite al FNA recibir donaciones, legados y contribuciones para financiar tanto sus actividades regulares como programas específicos. Esta medida busca aumentar la sostenibilidad financiera del fondo.Modificación de remuneraciones y funcionarios
Se modifica la normativa sobre la remuneración de los miembros del directorio, excluyendo al presidente del FNA de los beneficios del artículo 18 del Decreto N° 408/93. También se elimina el artículo que establecía remuneraciones fijas para los vocales, lo que contribuye a una reducción de los gastos administrativos.Vigencia de la nueva reglamentación
Las modificaciones entrarán en vigencia a partir de su publicación, con la excepción de la reglamentación sobre becas y premios, que comenzará el 1° de abril de 2025.
Financiar el arte con capital privado: ¿avance o retroceso?
El decreto establece que los créditos en UVAs serán el principal mecanismo de apoyo a los artistas, eliminando la posibilidad de subsidios directos sin respaldo. Además, las donaciones privadas serán la única fuente de ingresos adicionales para otorgar becas. Este modelo, basado en la lógica del mercado, prioriza la rentabilidad económica sobre la promoción del arte como bien cultural.
Críticos de esta medida, entre ellos artistas y académicos, sostienen que el cambio no solo desfinancia al sector, sino que pone en riesgo la diversidad cultural, al concentrar las oportunidades en quienes puedan adaptarse a las reglas del sistema financiero.
Una "batalla cultural" contra la ciencia y la cultura
El rediseño del FNA no es un caso aislado. Se suma a la cantidad de reformas que implementó este gobierno en materia cultural, como el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Estas políticas responden, según los detractores, a una "batalla cultural" promovida por el gobierno de Milei, que busca debilitar las instituciones públicas relacionadas con la ciencia y la cultura.
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, defendió la reforma argumentando que busca "mayor eficiencia y profesionalismo". Sin embargo, para muchos, estas palabras son un eufemismo para justificar recortes que dejan al Estado sin herramientas para garantizar el acceso equitativo a la cultura.
Un retroceso con sabor a Medioevo
La cultura y la ciencia son áreas estratégicas para el desarrollo de cualquier nación. Con esta reforma, el país parece retroceder, dejando que el arte sea financiado exclusivamente por quienes puedan pagar por él. Se desdibuja así el rol del FNA como motor de igualdad de oportunidades y promotor de la diversidad cultural.