La economía argentina registró una caída de 3,3 por ciento en septiembre frente al mismo mes de 2023 y de 0,3 por ciento en relación a agosto pasado, según el Estimador Mensual de Actividad Económica del Indec, publicado este viernes. Así, se cortó una breve racha positiva en la comparación mensual, luego de las mejoras de julio, de 2,7 por ciento frente a junio, y de agosto, de 0,9 por ciento frente a julio.

Los sectores que registraron las caídas más importantes en términos interanuales fueron pesca (25,2 por ciento); construcción (16,6 por ciento); comercio mayorista, minorista y reparaciones (8,3 por ciento) e industria manufacturera (6,2 por ciento). En el terreno negativo, le siguen hoteles y restaurantes (5,9); electricidad, gas y agua (4,2); administración pública y defensa (2,0); transporte y comunicaciones (1,0); servicios de salud (0,5) y actividades inmobiliarias (0,2).

En contraposición a los números negativos, solamente mostraron crecimiento en ese mismo período los sectores de explotación de minas y canteras (7,6 por ciento); agricultura, ganadería, caza y silvicultura (3,1 por ciento). Todas actividades vinculadas a la exportación de commodities.

Freno

Los datos muestran que en septiembre se frenó la leve recuperación que había obtenido el indicador oficial en julio y en agosto. Los rubros agropecuario y de minería sobresalen en términos positivos mientras cae la actividad industrial, principal generadora de empleo registrado en el país.

En el terreno laboral la situación tampoco es mejor: según la Secretaría de Trabajo de la Nación, el salario medio de septiembre fue un 3 por ciento inferior al de noviembre de 2023 en términos reales y el empleo registrado en agosto mostró un ligero repunte, que no llega a cubrir las pérdidas de trabajo en 2024: desde noviembre del año anterior, 195.000 personas perdieron su empleo.

Las proyecciones oficiales y las privadas auguraban una mejora en el indicador de actividad económica, al compás del festejo por el ingreso de 20 mil millones de dólares dólares vía blanqueo de capitales. Así, el presidente Javier Milei decretaba el fin del parate durante su alocución en la Cámara Argentina de Comercio: “Hoy vengo con un mensaje muy particular: la recesión ha terminado y el país ha comenzado a crecer”.

“Quiero agradecer a los argentinos por el inmenso esfuerzo que han hecho este año. A los asalariados, a los cuentapropistas, a los que tienen changas y tratan de salir adelante día a día. A los argentinos que habían sido perjudicados por el sistema establecido por los políticos. Ese intervalo de dolor terminó, la recesión terminó, estamos saliendo del desierto, el país finalmente ha empezado a crecer”, insistía el jefe de Estado el 7 de noviembre frente a empresarios.

Y fue también allí donde repitió su latiguillo: "Después dijimos que la economía subiría como pedo de buzo y ¿adivinen qué?: las burbujas están empezando a verse. Los estimadores de actividad económica dan igual agosto que diciembre”. Sin embargo, el indicador oficial que se acaba de dar a conocer contradice la proyección anunciada por el mandatario. El mes de crecimiento que vaticinaban no ocurrió.

¿Vamos bien?

Desde el gobierno libertario plantean otra lectura: una remake del "vamos bien" repetido en loop en la década del '90. Fue el propio Milei quien hoy en su cuenta de X compartió con un retuit y la leyenda "PARECE QUE VIENE BIEN ACTIVIDAD" a partir de la opinión de Federico Furiase, jefe de asesores del Palacio de Hacienda, publicada en la misma red social: "Con fuerte revisión al alza en los meses de junio, julio y agosto: Var. mensual septiembre: -0,3%. Var. trimestral del III-Trimestre: +3,4%. Var. acumulada desde el piso de abril 24 a septiembre 24: +4,0%".

Luego, el Presidente agregó un posteo propio donde argumentó que la caída se explica por la corrección hacia arriba durante los meses previos, entonces "la serie desestacionalizada de septiembre quedó sólo un 0,6% abajo de noviembre. Y está 1% arriba de diciembre. VIVA LA LIBERTAD CARAJO", concluyó a su fiel estilo con tipografías en mayúscula que comúnmente se interpretan como grito.

En la misma línea, Julie Kozack, vocera del Fondo Monetario Internacional, había afirmado esta semana en su habitual conferencia de prensa: “También puedo decir que las autoridades argentinas han seguido aplicando su programa de estabilización económica, y el programa está arrojando resultados impresionantes. Entre esos resultados clave figuran una reducción considerable de la inflación, el superávit fiscal y una mejor cobertura de reservas. También hay signos incipientes de recuperación tanto de la actividad económica como de los salarios reales”, sostuvo la funcionaria. A pesar de los elogios, el Fondo todavía no da pistas sobre las características del próximo acuerdo de crédito al que la Argentina deberá someterse.

En los primeros nueve meses del gobierno libertario, la economía real sufrió una caída del 3,1 por ciento en relación a igual período del año pasado. Los indicadores interanuales tironean con el discurso sobre las bondades del modelo de la apertura y la desregulación.