Un puñado de actividades económicas disfruta de la recuperación en V que había prometido Javier Milei. El agro, las empresas privatizadas de luz, gas y peajes, el rubro inmobiliario, las telecomunicaciones y especialmente la especulación financiera, a quienes se suman otros sectores que venían en franca expansión hace años, como las petroleras, las mineras y la economía del conocimiento, promovidas desde el Estado. Ese es el corazón del rebote económico que el Gobierno celebra como una proeza, con el apoyo entusiasta del FMI y el poder financiero internacional.