El Papa Francisco recibió en El Vaticano a la actriz mexicana trans Nava Mau junto a seis defensores de los derechos LGBTIQ+ de todo el mundo. Esta actriz se hizo famosa a raíz de la serie de Netflix Bebé Reno que narra historias de acoso y abusos.
En su cuenta de Instagram Nava Mau detalló la reunión: "Este año ha estado lleno de momentos que no se sentían reales, todavía no se siente real, y este es uno que definitivamente no estaba en mi tarjeta de bingo", sostuvo. Y agregó: "Nunca en mi vida imaginé que estaría sentado al lado del Papa en su residencia, y mucho menos hablar con él durante una hora junto a seis defensores LGBTQ de todo el mundo; le conté acerca de mi educación, mi trabajo con sobrevivientes de la violencia, y la forma en que la comunidad ha sido mi fe".
La actriz dio más detalles de la entrevista: "Le conté sobre Bebé Reno y lo que significaba para tantos millones de personas alrededor del mundo conocer ahora a una mujer trans que está empoderada, segura y amada. Le conté sobre mi abuela, que era mi mejor amiga y que habría estado más orgullosa de mí. Ella estaba allí con nosotros ese día".
Nava contó que a partir de su actuación conoció a activistas de Uganda y Ghana que representan a comunidades LGBTQI+ en esos países que castigan la diversidad sexual con pena de muerte. Y agregó: "Mientras vemos un aumento de los ataques políticos contra personas queer y trans en los EE. UU., me sorprende su inquebrantable valentía. Su determinación y fe deben guiarnos a todos, porque no somos libres hasta que todos sean libres. Debemos estar juntos en esta lucha".
Por último, contó cómo fue el saludo de Francisco. “Las palabras de despedida del Papa para nosotros fueron que él nos desea todo el amor y la felicidad que deseamos, y que deberíamos seguir luchando. Nunca olvidaré su bendición”.
Ya viene de lejos
El papado de Francisco ya venía demostrando una apertura hacia la comunidad LGBTQIA+ cuando recibió por primera vez a un grupo de mujeres transgénero en el Vaticano. "Se fueron llorando, diciendo que les había dado una mano, un beso… Como si hubiera hecho algo excepcional con ellas. Pero ¡son hijas de Dios!", dijo Francisco.
El Pontífice había dicho que "Jesús enseña a no poner límites" y que la Iglesia debe permanecer abierta. "El diálogo con todos es algo que Jesús nos enseñó. Y digo más: cuando alguien se cierra al diálogo, es señal de debilidad. Si la Iglesia no tiene lo que Jesús enseñó, no es Iglesia", enfatizó. Y también dijo que "Dios nos ama tal como somos".
Aunque considera a la homosexualidad un pecado, Francisco defiende la aceptación de todos dentro de la Iglesia. Esto le ha valido acusaciones de herejía por parte del ala ultraconservadora del clero.