Cruzó EE.UU. de costa a costa, desde Los Angeles a Nueva York, para seguir el juicio donde el ex CEO de Torneos y Competencias, Alejandro Burzaco, acusó a varios ex dirigentes del fútbol mundial. Ken Bensinger es un periodista estadounidense que trabaja para BuzzFeed y escribió el libro Tarjeta Roja, que narra la historia de Chuck Blazer, el primer corrupto que ayudó a desentrañar la madeja de sobornos de la FIFA. Su cobertura por Twitter fue reproducida por los medios argentinos que encontraron en sus tuits una buena porción de la información que explica el escándalo de las coimas. Durante poco más de media hora dialogó con PáginaI12 sobre el caso, el papel clave del empresario argentino, la condena que podría caberle, las posibles citaciones a otros ex funcionarios de TyC, las maniobras de los bancos y el conflicto de fondo por la organización del Mundial de Rusia.
–¿Qué piensa de las repercusiones de la declaración de Alejandro Burzaco ante la Justicia de EE.UU.?
–No sabía que iba a declarar Burzaco hasta el lunes a la noche previo a su presentación. Porque aquí no se revela a nadie quién va a hablar y cuándo. O sea, no conocíamos quién iba a aparecer hasta que me contaron que sería él. Me di cuenta enseguida de que sería el testigo más importante del caso. Habrá otros de Argentina o Brasil importantes, pero Burzaco fue realmente contundente. El mostró muchas cualidades que ayudaron a la fiscalía con su declaración.
–¿Cuáles, por ejemplo?
–Si ayudó a probar que los tres dirigentes juzgados, Napout, Burga y Marín son culpables, haría una contribución. Burzaco funciona como testigo porque tenía contacto con los tres.
–¿Pero es contundente y se explica porque las personas que sobornó fueron muchas y durante un tiempo muy prolongado?
–Eso es lo que iba a decir. Fue un hombre que coimeó durante casi quince años. El es realmente quien puede dar evidencias de cuán corrupta ha sido su carrera. Y lo dice de una forma muy seria, confiesa muy bien y parece que está arrepentido. Es bastante inteligente, funciona bien como testigo porque es una persona controlada, no cae en las trampas que pone la defensa, está muy bien preparado. La mayoría de los abogados que siguen el caso me comentaron que Burzaco es uno de los testigos mejor preparados que hayan visto jamás. Y otro aspecto que me parece importantísimo es su dominio del inglés. Es muy bueno. El rechazó la traducción y declaró todo en inglés. Así es más posible que haya una conexión emotiva entre el jurado y él. Tiene las características de un testigo casi perfecto.
–¿Usted considera a Burzaco el testigo más importante de todo el caso FIFA o se refería a este tramo, donde se juzga solo a tres ex dirigentes?
–Me refiero a este juicio no más. Es imposible saber quién será el más importante. El lo será entre quienes detuvieron después de los arrestos de mayo de 2015. Pero en su momento Chuck Blazer fue muy trascendente. Ahora está muerto, pero sin él no habría existido el caso FIFA.
–La repercusión de las declaraciones de Burzaco en la Argentina fue muy grande. En Estados Unidos, ¿cómo se está siguiendo el caso?
–Este es un hecho inédito para mí. Porque repercute en Argentina, Paraguay, Perú, Uruguay, Colombia y, por supuesto, Brasil. La gente está enloquecida con este tema. Te puedo contar la cantidad de contactos que recibí de periodistas de toda Latinoamérica, inclusive de México. Quieren saber de esto. Y en Miami, en la comunidad que habla en español, hay un interés máximo. En cambio, en Estados Unidos en general, el caso es como si fuera invisible.
–¿Por qué cree que aparece el Fútbol para Todos en el caso FIFA, con las acusaciones de Burzaco contra los ex funcionarios kirchneristas Paladino y Delhon?
–Es interesante porque uno se pregunta: ¿qué tiene que ver con la culpa de estos tres hombres, Napout, Burga y Marín? ¿Qué guarda relación con la política de la FIFA? Creo que acá los fiscales intentan hacer una narrativa. Una historia de vida de Burzaco y quieren demostrar lo corrupto que era y que se arrepintió para contarlo. El jurado que tiene enfrente sabe así que tiene un peso pesado, un pez gordo… También es cierto que acá, antes de empezar el juicio los fiscales tienen que compartir toda su información con la defensa. Todas las entrevistas que hicieron con Burzaco y mucho más. Un sinfín de cosas. Lo que no quieren los fiscales es que la defensa use la historia de Fútbol para Todos en contra de Burzaco para intentar destruir su credibilidad.
–¿Qué conclusión sacó de lo que declaró sobre Messi? ¿Lo llevaron en el interrogatorio hacia ese lugar o lo dijo porque le pareció útil a él?
–Uno de los abogados de la defensa se lo preguntó. Y de repente salió el nombre de Messi. Se estaba hablando de empresas y dijo algo a partir de una pregunta: ¿Usted conoce quién es Messi? Por supuesto que sí, respondió. ¿Es un jugador de fútbol? Y él afirmó: el mejor. ¿Usted le pagó dinero?, le preguntaron, porque no hablaron de coimas. Y él dijo que le pagó 200 mil dólares a él y a otros jugadores de la Selección para jugar amistosos. No sacaron más información que ésa.
–¿Burzaco aclaró si el dinero que le pagó a Messi era de él o de Torneos y Competencias, a la que representaba?
–De Torneos, puedo decir que hasta ahora nunca confesó que pagó de su propio bolsillo. Siempre fue dinero de Torneos. Así lo dio a entender, que lo hizo por la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana, la Selección. O sea, Torneos pagaba sobornos.
–Dijo también que le había dado dinero a Boca. ¿Aclaró si salía de los derechos televisivos?
–No, no dijo derechos. Habló del tema de Boca cuando el fiscal quiso preguntarle sobre el club. Y él dijo que fue un pago ordinario, no extraordinario. Y que fue por ser Boca uno de los clubes más relevantes de la Copa Libertadores.
–¿Y de River qué dijo?
–Fue cuando los fiscales querían hacer la narrativa sobre la historia de su vida. Contó que cuando tenía cuatro años, el padre lo llevó a su primer partido de fútbol y él dijo que se volvió un fanático. En ese contexto le preguntó el fiscal: ¿qué es River? Y le respondió: es el mejor club del mundo. Pero no hablaron de cuestiones financieras.
–Hubo un tramo de su declaración donde él incriminó a varias empresas: O Globo, Televisa, Mediapro, Traffic, Torneos, y dijo que habían pagado sobornos: ¿todas menos Clarín?
–Le preguntaron con qué socios había hecho contratos en cuestiones de negocios. Y él dijo que tenía muchos socios. Full Play, Traffic, Mediapro, Televisa, O Globo, hizo la lista. A lo que el fiscal, en la siguiente pregunta le dijo: De esos, ¿quiénes pagaron sobornos, quiénes estaban involucrados de alguna manera? Y él respondió: todos, menos Clarín.
–¿Cómo seguirá este proceso?
–Este juicio se dice que terminará en unas cinco o seis semanas más. Después puede haber otros, pero no lo sabemos todavía. Estos tres hombres son los únicos imputados en EE.UU. Los demás que están aquí siguen en calidad de arrepentidos. Habría más imputados acá si extraditaran finalmente a Leoz, a Jack Warner o a Meiszner a EE.UU. Ahí podría haber otro juicio, pero hasta ahora no está programado ninguno.
–¿Le parece que se puede relacionar este juicio con el conflicto de intereses que surgió entre Estados Unidos y Rusia, y también con Qatar, por la designación en simultáneo de los próximos dos torneos mundiales?
–Hay mucha especulación sobre eso. Me dijo el propio Sepp Blatter que todo el caso FIFA fue la reacción a que cedieran las sedes de las Copas del Mundo a Rusia y Qatar. Yo no tengo las pruebas para demostrarlo, pero puedo asegurar que no fue así. Que no empezaron por Rusia o por celos. Han hecho muchas cosas a puertas cerradas para cuidar que no se vea como un acto político. Por ejemplo, evitar imputar a alguien ruso. Y a los que sí imputaron, fueron porque existen evidencias.
–Hay evidencias contra la banca estadounidense por donde fluyó el dinero de las coimas. ¿Por qué no aparecieron las pruebas hasta ahora? ¿Qué pasó con eso?
–Acá hay un banquero argentino arrepentido: Jorge Arzuaga. Tienen datos y es cierto que el dinero fluyó en los bancos norteamericanos, pero en general eran bancos de paso. O sea, entraba el dinero y tres segundos después salía. Pero en ciertos casos se puede preguntarles por qué no averiguaron mejor por el lavado de dinero o de dónde provenía. Aunque por ahora el enfoque no ha ido contra los bancos.
–¿La sentencia contra Burzaco cuándo se conocería? ¿Sería como las que ya se dieron hasta ahora que fueron muy bajas?
–El enfrenta cargos con penas que llegan hasta los sesenta años de prisión. No es muy comparable la situación de Burzaco con los ex dirigentes Trujillo y Takkas, porque ellos no colaboraron. Terminaron aceptando su culpabilidad sin colaborar. Pero también cometieron muchos menos crímenes. Los cargos eran menores en cuanto a sobornos y el dinero recibido. Yo diría que lo más probable es que Burzaco termine con más años en la cárcel que los dos. Es tan extensa su vida de corrupción como que también colaboró. Pero no se sabe cuándo lo mandarían a sentenciar.
–¿En qué condiciones iría preso un sobornador en EE.UU. un empresario que se prestó a colaborar con la Justicia?
–No será a un country, pero acá las cárceles tienen diferentes niveles. Las de seguridad máxima, normal, mínima y muy mínima. Depende de cuánto tiempo vaya y qué clase de crímenes cometió. Muchas veces por los crímenes financieros van a cárceles de seguridad normal o mínima. Que siguen siendo cárceles pero hay más libertades. Tienen canchas de básquetbol, de tenis… Sería a una cárcel federal, que aquí están más controladas y son menos problemáticas que las cárceles estaduales.
–Además del ex TyC Eladio Rodríguez, mencionado en el juicio varias veces por Burzaco, ¿hay otros ex integrantes de la empresa que podrían ser citados por los sobornos?
–Sí, es posible. Las listas de testigos no son públicas y no sabemos quién podría aparecer y la cantidad de veces que nombraron a Eladio Rodríguez hace suponer que posiblemente sea citado. Hay cuatro colaboradores o más que están en secreto. La Justicia de EE.UU. podría ir sobre ellos.