El Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA) anunció un aumento en la cobertura para la compra de medicamentos en farmacias, que sube de 40 a 70 por ciento para las patologías crónicas y de 20 a 50 por ciento para las agudas, lo que constituye una nueva forma de salario indirecto para casi más de dos millones de bonaerenses.
La decisión es posible gracias a una inversión adicional de la provincia de 4.500 millones de pesos, con el objetivo de compensar el aumento sostenido de los medicamentos por encima de la inflación.
El proceso se desató luego de la sanción del DNU70/2023, que pronto cumplirá un año de vigencia. Esa norma desreguló la venta de medicamentos haciendo que subieran desproporcionadamente los precios y cayeran las ventas. Pero la rentabilidad de los laboratorios se mantuvo o creció, porque la caída de volumen se vio amortiguada por el crecimiento de la tasa de ganancia.
Con esta medida, IOMA iguala la marca de la mayor cobertura del sistema en materia de medicamentos crónicos, es decir aquellos que un paciente debe consumir de por vida, como los que se utilizan en diagnósticos de HIV, diabetes o enfermedades coronarias, y supera la de los medicamentos agudos, que estaba en 40.
“Como es de público conocimiento, las medidas económicas impuestas desde diciembre de 2023 han significado muchos problemas para las personas afiliadas al momento de ir a la farmacia para adquirir sus medicamentos. Por esta razón se evalúa de manera permanente y se actualiza el valor de cobertura. Los aumentos que se han producido desde enero de 2024, la devaluación y la desregulación impuestas por el gobierno nacional de Javier Milei, pusieron en problemas a las personas afiliadas para la continuidad de sus tratamientos y acceso a los medicamentos”, sostuvo la Directora de Políticas de Medicamentos del instituto provincial, Verónica Martínez Black.
"En un contexto como el actual donde las políticas de cobertura y seguridad social del gobierno nacional son de un claro corrimiento del Estado de su responsabilidad, la política de medicamentos y Plan Meppes son de suma importancia para la gestión del IOMA", dice el comunicado oficial.
El anuncio de IOMA va en el sentido opuesto a las políticas del Ejecutivo nacional. Apenas dos meses atrás la Administración Nacional de Medicamentos Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), modificó la calificación de una serie de medicamentos, para convertirlos en "de venta libre" y así quitarles el porcentaje de cobertura por parte de las obras sociales y prepagas.
Entre los medicamentos que perdieron la cobertura recientemente figuran la crema Hipoglós, de tradicional uso pediátrico, incluida anteriormente en el "plan de los mil días" de protecicón a la primera infancia, y los omeoprazoles, protectores gástricos que consumen muchos adultos mayores, con el objetivo de que los otros medicamentos que ingieren no les dañen el aparato digestivo.
Un informe estadístico recientemente publicado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) sostiene que como consecuencia de esta decisión, la canasta de consumos de los adultos mayores aumentó en agosto 7,9 por ciento, 5 en septiembre y 5,2 en octubre.
Pero si se contempla la misma canasta de los meses anteriores, asumiendo que el consumo de medicamentos es inelástico, la variación en el mes de agosto fue de 24,4 por ciento, en septiembre de 9,7 y en octubre, producto de leves aumentos en los medicamentos excluidos que arrastran el promedio hacia abajo, 4,3 por ciento.
Dice el CEPA: "La reducción de los medicamentos incluidos en el vademécum del PAMI representa un problema significativo para los jubilados, ya que impacta directamente en el costo de vida al obligarlos a enfrentar un mayor gasto en la compra de medicamentos. Hasta julio, el programa integral de medicamentos gratuitos y con descuento había permitido un ahorro promedio de $63.800".
"Sin dudas, esta pérdida del ingreso indirecto que representaba el otorgamiento de una mayor cantidad de medicación sin costo y la no actualización de los bonos que compensan la fórmula de movilidad jubilatoria, implican un grave retroceso en materia de derechos y calidad de vida de las personas mayores", concluye el informe.
Esto vale tanto para PAMI, por cuyo presupuesto debe responder el gobierno nacional, como para las obras sociales sindicales, institutos provinciales y empresas privadas de medicina prepaga. El resultado es una transferencia directa de gastos, de esas instituciones y organizaciones a los bolsillos de las personas y familias que cuentan con esas coberturas.
La otra medida, más reciente, tendiente a restringir la cobertura de medicamentos, se dio a conocer hace menos de un mes a través de la resolución 3934/2024 de la Superintendecia de Servicios de Salud, que conduce Gabriel Oriolo.
Allí se establece que, para los afiliados a planes cerrados, tanto de obras sociales ccomo empresas de medicina prepaga, únicamente los profesionales incluidos en las respectivas cartillas podrán emitir las recetas y órdenes de tratamiento necesarios para que los pacientes que cuentan con este tipo de cobertura.
La decisión trajo un enorme malestar, que se expresó principalmente en redes sociales. El motivo es que buena parte de la clase media que cuenta aún con cobertura médica tiene problemas para acceder a turnos con profesionales de cartilla.
Esto se debe al retraso en los honorarios respecto de la inflación, que hace que esos médicos prioricen la atención privada y que muchos pacientes, contando formalmente con una cobertura, acepten pagar un honorario por consulta como si no la tuvieran. Pero que también se los haga comprar medicamentos les resultó un poco mucho, y al menos una de las principales empresas debió modificar su decisión para contener el enojo generalizado.
La otra novedad en materia de medicamentos es el decreto 1024/24 que, promovido por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, lleva la firma de su par de Salud, Mario Lugones, y del Presidente de la Nación.
La norma, que habilita la venta de algunos medicamentos, como analgésicos y antiácidos, en kioscos, supermercados y prácticamente cualquier comercio, afecta de manera directa a los farmacéuticos pero no a los laboratorios, como se encargaron de señalar varias voces, entre ellas la del propio ministro Nicolás Kreplak.
La calificó como "peligrosa y sin beneficios", al tiempo que "no resuelve ninguno de los problemas actuales, la mayoría generados por esta misma administración. Son medidas pensadas desde la Ciudad de Buenos Aires, no discutidas en el seno del Consejo Federal de Salud (COFESA)", el organismo que reúne a los ministros de salud de las veintitrés provincias, la nación y la ciudad de Buenos Aires". También las provincias de Mendoza, Córdoba y Santa Fe anunciaron que no la implementarán.
Nicolás Kreplak y y CFK en Rosario
El tema de los precios de los medicamentos fue central en los discursos que la flamante titular del PJ, Cristina Fernández de Kirchner, y el ministro de Salud bonaerense presentaron en el cierre del onceavo Encuentro Nacional de Salud que se realizó en la Facultad de Psicología de la Universidad de Rosario.
“Los laboratorios argentinos han tenido una rentabilidad extrema en medio de la miseria popular porque se les cayeron las ventas y compensaron la caída con el aumento indiscriminado de precios, algunos llegan a 500 por ciento, sobre todo en los medicamentos de mayor uso”, dijo la dos veces Presindenta de la Nación que apuntó directamente al gobierno de Javier Milei y, específicamente, al ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger.
"Desregularon las prepagas en perjuicio de millones, te fijan la cuota que se les canta", señaló CFK que apunto directamente al Presindente y le dijo: "A ver Milei, ya que sos tan guapo, desregulá los medicamentos para que podamos tener medicamentos genéricos importados, para reducir el costo de los presupuestos sanitarios. A ver si te animás”.
“Desde acá, desde la Universidad Nacional de Rosario te decimos: Animate y desregulá los medicamentos, decile al desregulador del megacanje (en directa alusión a Sturzenegger) que se anime, para que la gente pueda acceder a los medicamentos, para que no sea un martirio tener que ir a una farmacia y dejar la mitad o tres cuartas partes de los remedios que tienen que llevar porque no alcanza la guita", lanzó.