La Legislatura de la Provincia de Buenos Aires entró en modo de reunionismo absoluto y rosca acelerada en el tramo final del periodo legislativo, con el fin de ponerle un cierre al año con la sanción de iniciativas clave para el gobierno de Axel Kicillof, como son el Presupuesto y la Ley Fiscal Impositiva.
Los textos tuvieron ingreso formal a la Cámara de Diputados la semana pasada y, tras un encuentro informal que incluyó un asado en la residencia del presidente de la Cámara baja, Alejandro Dichiara, la mayoría de los presidentes de bloque empezó a trabajar en el análisis del proyecto elaborado por el Ejecutivo junto a sus equipos técnicos.
El Presupuesto 2025 se confeccionó en base a recursos por 32,8 billones de pesos, con gastos totales por 34,4 billones de pesos. Entre los diversos puntos que marcan los destinos de los fondos, se incluyó además un pedido de endeudamiento por 1,1 billones de pesos. Aquí, señalan desde Unión por la Patria, estarían concentradas las diferencias más fuertes con la oposición.
La Ley Fiscal Impositiva, que marca cuál será el incremento de impuestos a lo largo del año, parece tener el camino más allanado. Según estimaron desde el oficialismo ante la consulta de Buenos Aires/12, la norma no debería tener ningún problema ya que, advierten, "no hay aumento en términos reales".
En Unión por la Patria también valoran que no solo se quitó del proyecto el punto generó mayor polémica el año pasado, la cuota adicional y el adelanto de Ingresos Brutos a grandes empresas, sino que además se reintrodujeron las bonificaciones por buen contribuyente y pago anual.
Una voz oficialista que tiene silla en las reuniones de negociación señaló que ambos proyectos, a los que se suma la reforma jubilatoria del Banco Provincia, van a formar parte de "un gran acuerdo". Se trabaja para que el tratamiento sea en ordinarias, aunque tratarlo antes de que el período baje formalmente la persiana parece cada vez más lejano.
La oposición, entre reclamos de intendentes y exigencias al Ejecutivo
En la Cámara de Diputados bonaerense, la primera parada del Presupuesto y de la Ley Impositiva, el oficialismo tiene múltiples terminales de diálogo con la oposición, dada la fragmentación que impera entre libertarios, la izquierda y el ex Juntos por el Cambio.
Uno de los puntos de cuestionamiento que se comparte entre la bancada PRO y los dialoguistas de Unión Renovación y Fe, es ponerle un freno a las “emergencias”, que permiten al Poder Ejecutivo disponer de partidas esquivando la burocracia que podría retrasar algunas medidas.
“No se puede seguir gobernando de Emergencia en Emergencia sin rendir cuentas de forma más periódica”, planteó el vicepresidente cuarto de Diputados, Fabián Luayza, en referencia a las leyes prorrogadas que dictan las emergencias económica, productiva, y energética; en seguridad; en infraestructura y administrativa.
Quienes dieron las primeras señales de dureza fueron el PRO y la UCR oficialista, que se ausentaron en el almuerzo del viernes pasado donde hasta el titular de La Libertad Avanza, el influencer mileísta Agustín Romo, dio el presente.
“Estamos analizando en profundidad los aumentos en los distintos impuestos, que esta vez vienen con una suba mixta de doble cálculo; lo vamos a consultar bien con las autoridades del Ejecutivo. El endeudamiento debemos saber cómo fue la evolución de la deuda durante 2024, información que aún no tenemos. Lo que más miramos es la planilla de obras, tenemos reclamos de los intendentes por algunas de ellas”, planteó a Buenos Aires/12 un legislador boinablanca que mira los números con lupa.
Del mismo modo se expresó una autoridad del PRO, quien postuló la necesidad del espacio de “analizar cómo están dirigidas las partidas”, como así también el “incumplimiento del Gobierno con algunos distritos”.
El ministro de Economía, Pablo López, recibió el jueves en su despacho a las autoridades de los bloques opositores, pero en dos tandas. Primero, a los radicales oficialistas Diego Garciarena y Agustín Máspoli; y a los del PRO, Agustín Forchieri, Adrián Urreli, Christian Gribaudo y Alejandro Rabinovich. Una hora y media después, fue el turno de los libertarios dialoguistas Sergio Vargas, Gustavo Cuervo y Carlos Kikuchi, además del libertario mileísta Carlos Curestis.
Según pudo reconstruir este medio, la reunión con los amarillos y los radicales oficialistas fue "tensa". Los legisladores salieron del Ministerio de Economía en La Plata con caras largas y malestar. "Todo mal", sentenció uno.
El reproche que llevaron los legisladores tuvo que ver con los acuerdos alcanzados el año pasado que, según acusan, el Gobierno no cumplió. "Hasta que no se abonen las deudas que tienen con los municipios, no podemos aprobar nada, así como están las cosas, no sale", advirtió un legislador opositor.
Por caso, el punto que se anotaron en las filas del ex Juntos por el Cambio es la convocatoria al titular de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA), Cristian Girard, que dará detalles a los legisladores la semana que viene.
La Mesa de Enlace y su petitorio de reformas a Kicillof
Los legisladores e intendentes radicales y amarillos no son los únicos con interés en ver cómo se desencadenan las negociaciones, sino que los dirigentes de Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Federación Agraria Argentina (FAA), Coninagro y la Sociedad Rural Agentina (SRA) también mostraron interés en el desarrollo de las conversaciones y se hicieron presentes este jueves en La Plata.
La Mesa de Enlace se convocó en la capital provincial para participar de una mesa de trabajo con todos los bloques opositores. La diputada monzoísta Silvina Vaccarezza llevó adelante la organización y los ruralistas dejaron un listado de reformas a incluir en la Ley Impositiva ante diputados y senadores que, ante ellos, dejaron el compromiso de expresarlo al Poder Ejecutivo.
Entre los principales pedidos se incluyó la reincorporación de las bonificaciones por buen cumplimiento y pago electrónico en un 20 y un 5 por ciento, respectivamente; la eliminación el artículo 163 sobre la actualización de las cuotas; el pedido para incluir un artículo de bonificación en el impuesto inmobiliario para la región del sudoeste y eliminar el impuesto complementario, además de mejoras en la infraestrucutura rural.
"El nuestro no es un reclamo por rentabilidad, venimos de una seca histórica que golpeó al productor. Los productos no se han movido, la soja está en caída. ¿Cómo va a hacer un productor que cosechó la mitad o nada y ahora está enfrentando la campaña? ¿De dónde está sacando la plata para volver a sembrar? Si hablamos de aumentar la producción, de ninguna manera vamos en ese camino. Los impuestos corresponden y hay que pagarlos, pero se tienen que ajustar a relidad", postularon los ruralistas.