Pasadas las once de la mañana, un grupo de personas con guardapolvos blancos y largos espera para ingresar al predio de La Siberia. Mientras aguardan se sacan una foto posando con el cartel del ingreso, que da la bienvenida al 11° Encuentro Nacional de Salud, que se celebra por primera vez en Rosario. Salvo por esa pancarta, y ese grupo de personas, nada alrededor parece invitar a un evento que reúne a trabajadores y trabajadoras de la salud. Por el contrario, el contexto se asemeja más a la previa de un partido de fútbol o un recital: puestos de ventas de choripanes, ferias de distinto tipo, manteros exhibiendo sus productos sobre las veredas. Toda la liturgia del campo popular se apoderó de la esquina de Riobamba y Berutti con un único fin: escuchar a Cristina Fernández de Kirchner.
El anuncio de la visita de la expresidenta –y nueva presidenta del Partido Justicialista– generó expectativas. Su última visita a la ciudad había sido en 2019, en la previa a las elecciones presidenciales en las que compartió fórmula con Alberto Fernández. Desde entonces, corrió mucha agua bajo el puente: una pandemia, un gobierno sumergido en una interna interminable y la irrupción de Javier Milei en el mapa político argentino. Pese a eso, algunas cosas no cambiaron y Cristina sigue siendo la principal figura de un espacio que busca reconstruirse para llegar al poder.
Por eso, en el peronismo santafesino también tomaron nota. Agrupaciones como La Cámpora, referenciada en la diputada nacional Florencia Carignano y Marcos Cleri, movilizaron sus bases hasta el predio. Lo mismo La Corriente+, el espacio que tiene a Agustín “Chivo” Rossi y el presidente del bloque justicialista en la Cámara baja del Congreso, Germán Martínez, como principales figuras. Algunos referentes del Movimiento Evita también dijeron presente, a pesar de ser un espacio crítico de la conducción kirchnerista en los últimos años. Quienes pegaron el faltazo fueron los dirigentes que responden al exgobernador Omar Perotti, que en la previa acusaron la falta de invitación. En tanto, en Vamos Santa Fe, el espacio que nuclea a intendentes y presidentes comunales peronistas, no asistieron como movimiento, pero dejaron vía libre que hacerlo en carácter individual.
A las 12.30, desde escenario principal montado sobre la cancha de fútbol pegada a la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), anunciaron la llegada de la expresidenta al predio. Apenas cuatro minutos después hizo su salida al público para dar comienzo al acto. Unas 10 mil personas, que viajaron desde distintos puntos de la región y el país, la recibieron al grito de “Cristina, Cristina, Cristina corazón…”. Desde arriba, la referente del peronismo devolvió los gestos de cariño, mientras bailaba “Fanático”, la canción de Lali Espósito que contiene referencias irónicas hacia el presidente Javier Milei. Para esa hora, el sol quemaba desde su punto más alto dejando sin posibilidades de refugio a los asistentes.
“Ya que sos tan guapo”
La apertura del acto estuvo en manos de Nicolás Kreplak, el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires. El sanitarista es uno de los organizadores del evento que se realiza desde hace once años en distintos puntos del país. Con una introducción breve, el dirigente destacó la labor realizada por todo el sector público de salud durante la pandemia y se refirió a los desafíos a los que se enfrentan para “reconstruir el sistema nacional de salud” en el contexto actual. “Cristina, hoy y siempre estamos para vos. Somos tu cuerpo de militancia sanitaria y estamos agradecidos y honrados con tu presencia una vez más”, cerró su intervención.
El camino de Cristina al micrófono estuvo acompañado por otro cantito popular entre las huestes peronistas: “A volver, a volver, vamos a volver…”. Tras los agradecimientos de rigor, la expresidenta recordó algunos logros de la gestión kirchnerista en materia de salud, como la construcción de 25 hospitales hasta el 2015, la ampliación del Plan Médico Obligatorio y la sanción de la ley que limitaba el precio de las cuotas de las prepagas. “A los que dicen que solamente nos importan los pobres, les recordamos a todos los muchachos y muchachas de las prepagas, que mientras estuvimos nosotros pagaron cuotas justas, no como ahora, que te arrancan la cabeza”, dijo, para llevarse la primera gran ovación de la jornada.
En ese sentido, la dirigente consideró que un sistema de salud eficiente necesita de un modelo de país que garantice los servicios básicos, como agua y cloacas, pero también que siente las bases para otros derechos como el acceso a la vivienda y salarios que alcancen. “No le tengamos miedo a la palabra eficiencia”, expresó y agregó: “Porque después vienen estos malos gobiernos que llegan y convencen a la gente de que tienen que destruir el Estado y no se dan cuenta de que le están destruyendo la vida”.
Cristina Fernández de Kirchner también apuntó contra la decisión del gobierno nacional de desregular las prepagas “en perjuicio de millones” de argentinos. “Te fijan la cuota que se les canta y mucha gente se ha visto obligada a abandonar la prepaga y hoy los podemos ver haciendo cola en los hospitales públicos”, cuestionó. Pero además, apuntó que el gobierno de Milei “desregula en favor de poquitos muy poderosos” e instó a la gestión libertaria a hacer lo mismo en el rubro de los medicamentos, cuestionando las “ganancias extraordinarias” de los laboratorios “en medio de la pobreza generalizada” del país.
“A ver, Miei, ya que son tan guapo, desregulá los medicamentos y que podamos tener medicamentos genéricos importados para reducir el costo de los presupuestos sanitarios. A ver si te animás”, manifestó la dirigente justicialista. Y luego apuntó contra Federico Sturzenegger, funcionario designado por el gobierno justamente para las tareas de desregulación: “Decile al desregulador del megacanje que se anime a desregular los medicamentos para que un jubilado no tenga que dejar tres cuartas partes de los haberes en la farmacia”.
Por último, apuntó contra la “insensibilidad” del gobierno y puso en debate el discurso ideológico del presidente, que tilda de zurdos anticapitalistas a todos los espacios que no comulgan con su gestión: “Eso no es capitalismo. Que tampoco nos hagan poner en la vereda del frente, pero el capitalismo necesita consumidores y gente que pueda comprar. ¿Qué clase de capitalismo este que cada vez hay menos consumidores? Me quedo con el capitalismo que teníamos nosotros, el del peronismo, en el que todos podían consumir. No solamente unos pocos”.