Con la decisión de rebautizar edificios y descartar la simbología popular del peronismo y el kirchenrismo, ya con formato de plan sistemático, el gobierno libertario evidenció en estas últimas semanas su desvelo mayor: hacer “desaparecer” a Perón, a Evita y a Néstor Kirchner. “Fin”, diría el posteo del vocero presidencial Manuel Adorni. Estas acciones, hoy planificadas, lejos del rictus espasmódico de los primeros meses en el poder buscan borrarlos del imaginario social. Tal como en el ’55 procedió la Revolución Libertadora contra el peronismo “con acciones planificadas, hoy es una política de Estado”,historiador Hernán Brienza. El filósofo Ricardo Forster historiadora Araceli Bellota