“Obtenida la nacionalización, habremos puesto una valla inquebrantable a los avances de empresas que, como la Standard Oil Co., en el norte, inicia y consolida sus conocidos sistemas de penetración y amenaza perturbar nuestro futuro económico y, por consecuencia, nuestra situación política”. General Enrique Mosconi, 15 de junio de 1928.
Esta es la primera frase que elige Héctor Alí, realizador del documental "Mosconi, crónica de saqueo, rebelión y muerte", para comenzar la pieza fílmica, una cita del General Mosconi, pionero en la exploración y explotación de petróleo en Argentina, quien plantea que aquello que en la década de 1920 se estaba concretando, generaría una base sólida para el crecimiento del país.
Sin embargo, 60 años después, las decisiones políticas serán totalmente opuestas a los postulados de Mosconi. Alí elige entonces contraponer dos frases del ex presidente Carlos Menem. “Los sectores del peronismo que se oponen a las privatizaciones, pretenden mantener las empresas estatales como una expresión de soberanía. Y yo digo que las empresas que nosotros queremos privatizar son la expresión de la soberanía del hambre”, y “Los plazos que hemos establecido (para las privatizaciones) en el tema del petróleo se cumplen sí o sí, y al que no le gusta, se va”, ambas vertidas en la primer mitad del año 1990.
Con este marco comienza el documental del experimentado periodista. “Trabajé en Telam, Editorial Atlántida, La Razón, Página/12, y llegué a Salta como corresponsal, entonces comencé a hacer diferentes programas, sobre todo uno que se llamó ‘Las barbas en remojo’, donde ya comenzamos a trabajar en un formato de informes documentales”.
“Lo que tratamos de hacer era recuperar todas las situaciones que se fueron dando desde el 97 en adelante, para que no queden dudas de lo que pasó. Siempre decíamos, cuando me tocaba presentarlo, que se puede discutir mucho, por qué pasó, pero lo que no se puede discutir es que esto sí pasó, y la mejor forma de documentarlo era con las imágenes”, remarca Alí sobre la pieza recientemente reeditada.
En el documental se reflejan no solo las diferentes puebladas en el norte salteño sino también el contexto en el que se dan, así como otros hechos represivos en diferentes territorios del país. “Alguna vez me dijeron, por qué puse tantas cosas, porque tantas imágenes de represión. Y mi respuesta es que la gente tiene que ver qué pasó en esos años, hay que recuperar la memoria, porque todo lo que pasó fue nefasto, grandes injusticias, y la única respuesta que hubo fue represión, no hubo ningún cambio de modelo ni de paradigma económico, había que liquidar cualquier atisbo de rebelión y resistencia, y la única forma que se encontraba era la represión”.
“Entonces yo quería meter todo, y el marco referencial era justamente la política neoliberal es por eso que ahí hay un capítulo dedicado especialmente a Menem, a las privatizaciones, a Dromi y a María Julia”, relata Alí y enfatiza: “El menemismo fue una lacra, una pandemia, fue el primer experimento neoliberal en Argentina y resultó desocupación, hambre, entrega de la soberanía, se bajaron todas las banderas del peronismo para subir las del neoliberalismo. Menem fue un traidor que dio el indulto, pasó todo lo peor en esa década, y las consecuencias fueron nefastas, había hambre, desocupación, desesperación, y nosotros así lo reflejamos en el documental”.
En uno de los pasajes del documental se muestra una entrevista premonitoria que el Turco Alí relata de esta manera: “En un momento habla un comerciante que dice que es muy raro que todavía no se haya provocado una rebelión, que la gente no haya salido a protestar, y al toque viene la primera rebelión y el corte de ruta del año 97 donde llegó a haber 10.000 personas. A la par de eso también quería mostrar cuál había sido la respuesta a nivel provincial, por eso es que aparece el capítulo dedicado a (Juan Carlos) Romero, que lo único que mandó fue, por un lado planes sociales, y también mandó represión, inclusive el colmo fue haberlo mandado a (Sergio) Nazario que era el secretario de Seguridad y que después descubrimos que había sido un represor en los campos de concentración de la dictadura con el alias de ‘Estévez’”.
Estar ahí
La tarea del periodista no solo consiste en captar las imágenes, sino que en cada toma, en cada acción, se toman riesgos eligiendo el punto de vista donde ubicarse. “Hubo cortes de mucha tensión, donde a veces no nos podíamos ir a dormir porque el temor de la represión estaba siempre latente, sobre todo después de que se dio la pueblada cuando matan Aníbal Verón, fue el más fuerte de los momentos”.
La muerte de Verón, en noviembre de 2000, chofer de la empresa de transporte Atahualpa al cual le debían 9 meses de sueldo, generó un fuerte espiral de violencia, “la gente copa el depósito de armamento, y hay una imagen que la tomamos justo cuando llegamos al corte, y es ver que llega un vehículo, una ranchera o algo así, y en la caja del vehículo venían un montón de tipos con los rifles levantados… una cosa impresionante que nunca había visto ni siquiera algo parecido”.
Paralelismos con la actualidad
Volver a ver, o ver por primera vez y recordar aquellas épocas en las que ardió el norte de la provincia, es también hacer un ejercicio de conciencia del presente. “Este gobierno adora los 90; de hecho, esto de que le quiten la jubilación a Cristina y a un montón de gente más, y no a Zulema, marca la adoración que tienen por Menem. Y el colmo de los colmos es haber puesto su busto en un salón al lado de San Martín, pusieron a un delincuente que se murió condenado, más allá de los eufemismos jurídicos que se puedan usar, con decenas de causas por corrupción. Y este tipo que está en el gobierno también está dejando tendales de muertos de hambre, de enfermos, de desocupados, y lo que está faltando justamente es la rebelión que se dio el Mosconi y los otros puntos donde hubo cortes de ruta. Yo no sé hasta cuándo la gente va a seguir esperando para reaccionar”.
Alí continuúa ésta línea de pensamiento reflexionando sobre la razón por la que es importante ver el documental: “Tenemos memoria frágil, las cosas pasan a veces en forma muy vertiginosa y nos vamos olvidando. Siempre pensé que Mosconi, Tartagal y toda esa zona podrían haber sido Las Vegas con la riqueza que tienen abajo, sin embargo, son pueblos que quedaron en la pobreza total. Entonces creo que el documental es un aporte a la memoria colectiva, nosotros hicimos un testimonio para que no se pierda, invitando a una reflexión, a que la gente se puede revelar, que quizás no tenga la potencia como para cambiar la historia, pero sí, por lo menos, para mostrar cuáles son sus derechos y que no se la puede seguir pisoteando eternamente”.
“Quiero agradecer expresamente a la Coordinación de Bibliotecas y Archivos, y en particular a Ana Soler, responsable de la Mediateca”, quien trabajó para que el material se digitalice y se suba a un canal de youtube, y así estar al alcance de todos aquellos que quieran revisar aquel material histórico realizado in situ, destacó Alí.
Y si bien el realizador remarca que existen algunos errores en las imágenes, o que no tienen la mejor calidad deseable, “porque en muchos casos son copias de copias”, la potencia es el testimonio y la memoria de hechos que generaron un antes y un después en la historia de Salta y de Argentina.