Todos los días me hacen la misma pregunta. ¿Cómo es posible que en un país donde se cultivó la Memoria, la Verdad y la Justicia, donde fueron atendidos con extremo cuidado los derechos humanos y perseguidos los delitos de lesa humanidad, la escalada creciente de la ultraderecha cuente con el apoyo entusiasta de los medios periodísticos masivos, los periodistas célebres, las redes sociales y ac