La directora argentina de cine, Celina Murga, habló del presente de la industria cinematográfica actual y del festival Contracampo, que según la realizadora, surgió por la “necesidad de manifestar y defender el cine nacional”.

Contracampo es una muestra de cine que surgió a partir de distintos actores de la industria del cine nacional autoconvocados. Todas personas independientes que sentimos la necesidad de manifestar y defender el cine nacional y encontramos la oportunidad en el Festival de Cine de Mar del Plata al armar ese escenario para dejar en claro dónde está la industria del cine nacional y dónde no”, afirmó en la 750.

“La realidad es que es muy difícil de entender cómo esta gestión quiere tomar decisiones en relación al cine dándole la espalda totalmente a la industria. Es llamativo cómo se puede decidir mejorar una industria si no se dialoga con quienes la hacen hace años. Esta es una manifestación en relación a la gran dificultad que sentimos en esa incomunicación, en el desfinanciamiento y en tener frenado al instituto”, remarcó.

“La gestión actual del Incaa y su nueva ‘doctrina’ (denominada así según sus comunicados oficiales), no contempla dentro de su esquema de posibilidades y plan de fomento la realización de ninguna obra cuya calidad no esté basada en su capacidad de competir en el mercado”, se lee en la página web de la nueva Contracampo. “Creemos que la formación de espectadores y el cultivo del deseo de las audiencias por ver Cine Nacional deberían ser una política de Estado y no sólo responsabilidad del sector audiovisual. Hoy el Festival de Mar del Plata, histórica ventana fundamental del Incaa para la divulgación de la heterogeneidad del cine argentino, corre riesgo de caer bajo esta misma lógica mercantilista”.

Y continúa el editorial de la muestra: “Frente a este repliegue conservador que esconde un desprecio y un desconocimiento de la historia del cine, este nuevo Contracampo se concibe como una acción en defensa del cine argentino, que se realizará en paralelo al Festival de Cine de Mar del Plata para asegurar un espacio donde el cine y la comunidad cinematográfica argentina puedan manifestarse en libertad. Contracampo nace ante el descontento de parte de la comunidad cinematográfica frente a este desguace programado, y busca destacar la importancia de tener un festival que pueda conservar su autonomía y un Instituto de Cine que no coarte la diversidad de miradas y de esquemas de producción que tanto enriquece la cinematografía nacional. Contracampo es una acción política que busca abrir una plataforma de discusión frente a la amenaza que pesa sobre la libertad de expresión, la radicalidad estética, el federalismo cinematográfico y la autonomía del Festival”.

“En Contracampo hay 34 películas nacionales que muchos son estrenos y otras, como el caso de la mía que ya se estrenó (El aroma del pasto recién cortado), también cortos, películas históricas curadas por Fernando Martín Peña. Hay un programa amplio y variado que pone sobre la mesa la diversidad del cine argentino, que es lo que nos importa defender”, señaló la realizadora.

En este sentido, enfatizó en la importancia del cine argentino en el mundo y la “presencia” que tiene en ellos “gracias a políticas de fomento nacionales que se han ido desarrollando en los últimos 25 años”.

“Muchas cinematografías del mundo que admiramos como la italiana, la francesa, no existirían si no hubiera un Estado presente que las apoye. El cine es una industria virtuosa si se la apoya”, cerró.